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Los recortes del PP movilizan a decenas de miles de personas

Las tres capitales valencianas registran protestas masivas contra los recortes del Gobierno central aprobados ayer en el Congreso Los sindicatos anuncian una marcha para pedir un referéndum

Una imagen captada en la manifestación celebrada en Valencia.
Una imagen captada en la manifestación celebrada en Valencia.JORDI VICENT

La política económica del PP, traducida en recortes salariales, subidas de impuestos y un adelgazamiento del Estado de bienestar, movilizó ayer a decenas de miles de personas en la Comunidad Valenciana. Entre 80.000 y 100.000 manifestantes salieron ayer a las calles de las principales ciudades. Valencia, Alicante, Castellón, Elche y Alcoi fueron los escenarios en los que se mostraron los gestos de rechazo hacia una gestión que, según los sindicatos convocantes, pretende arruinar España. Contra este supuesto propósito del Ejecutivo de Mariano Rajoy se movilizó una parte importante de la sociedad con la intención de impedirlo.

El éxito de las diferentes manifestaciones fue de tal magnitud que en Valencia, al final de la manifestación, se anunció que en septiembre se realizará una gran marcha sobre Madrid para exigir la convocatoria de un referéndum para “tirar” al Gobierno. Los sindicatos advirtieron que si no se acepta la consulta serán los movimientos sociales quienes la organicen.

Protagonistas destacados en todas las manifestaciones fueron los trabajadores de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) amenazados por un expediente de regulación de empleo (ERE) que tiene como objetivo despedir a 1.295 empleados de los medios de comunicación públicos valencianos. Agentes de la Policía Local también protagonizaron parte de la manifestación de Valencia.

El “Que se jodan” que pronunció la diputada del PP Andrea Fabra en el Congreso fue uno de los lemas más coreados y caricaturizados en las manifestaciones, solo que en estas los destinatarios de esta expresión eran los responsables políticos populares.

Pancartas como “No tengo fuerzas para rendirme” o “no a los recortes, esto es injusto”, pintada por niños, colorearon anoche el centro de Valencia al ritmo de batucadas, silbatos y bocinas. Cerca de 50.000 personas se manifestaron ayer desde la plaza de toros hasta la Alameda en una marcha que comenzó a las ocho de la tarde y mantuvo cortado el centro durante horas. “Rita estará que trina”, decía Pilar, de 68 años y vecina de Picassent. Su mayor reivindicación es que los corruptos sean juzgados y que “devuelvan el dinero que roban”. “Jamás en la vida he visto a la policía manifestarse”, decía un emocionado Santiago, de 53 años.

A su llegada a la Alameda, representantes de la plataforma de la dependencia, sindicatos y asociaciones de vecinos se unieron a Xelo Miralles para leer el manifiesto en el que se anunció que las reivindicaciones continuarán hasta que la situación cambie. La periodista de Canal 9 llamó la atención “sobre la puesta en escena de las medidas entre sonrisas y aplausos, demás de los vulgares menosprecios de la diputada [Andrea] Fabra”. En ese instante, la multitud gritó durante varios segundos “Qué se joda”.

A los profesores, enfermeros y estudiantes que han abarrotado las calles en los últimos meses se les sumó ayer una amplia muestra de toda la gama social. Abogados de oficio, dependientes, bomberos, policías, trabajadores de la televisión pública valenciana o los populares iaioflautas. Todos salieron a las calles para oponerse a los últimos recortes que el ejecutivo del PP, liderado por Mariano Rajoy, aprobó ayer en el congreso. “Por los derechos sociales y contra la dictadura del PP, el pueblo reacciona y sale a la calle”, rezaba una pancarta.

En Valencia, algunos integrantes del IES Lluís Vives, instituto insignia de las protestas estudiantiles que tuvieron lugar el pasado mes de febrero, utilizaban el mismo cartel que pide una educación “pública y de calidad” y señalaban que “la primavera valenciana fue solo la punta del iceberg”. “Ahora es cuando va a salir todo lo que hay detrás: esto es solo el principio”. Entre el grueso de funcionarios, una decena de abogados de oficio se arremolinaba en torno a una escueta lona que rezaba: “No hay justicia sin abogados de oficio”. “Llevamos 10 meses sin cobrar y ya nos han avisado de que este año no nos pagan”, se quejaban a la vez. “Pretenden polarizar la justicia y les molesta que a los que menos tienen también les defendamos”, añadían.

Pancartas contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y canticos como “la próxima parada, que sea Andrea Fabra” marcaron el ritmo de una marcha pacífica y festiva. “Se ha escrito un crimen. El arma: el recortazo; las víctimas: la sociedad; los culpables: gobierno y banca”, decía otra pancarta.

“Esto está muy mal. Yo nací antes de la guerra y me he chupado todo el franquismo. Nunca había visto España así”, contaba en Alicante Francisco Habas, fontanero jubilado, mientras caminaba a su propio ritmo por la Rambla, justo antes de pasar por delante del edificio del PROP de la Generalitat Valenciana. Mientras la gente grita “Ahí está la cueva de Alí Babá”, este jubilado dice que “de momento”, tiene suficiente con los 570 euros de pensión que le tocan pero piensa en otros con pensiones más bajas. “Hasta ahora es todo pacífico. El día que haya un tiro de los antidisturbios ya veremos”, apunta.

La manifestación arrancó anoche sobre las 20.15, con un cuarto de hora de retraso, pero cumpliendo las expectativas de los convocantes. En torno a 35.000 personas recorrieron el centro de Alicante en un ambiente festivo, animado con una tamborilada de las agrupaciones de bomberos, y con escenas curiosas como ver a un gran número de policías gritando “¡Manos arriba esto es un atraco!”. Se vieron muchas pancartas que son ya un clásico: “Banca, Política, Iglesia y Justicia: Los cuatro jinetes del Apocalipsis”, “La educación no se vende, se defiende” o “No somos ni de izquierdas ni de derechas. Somos los de abajo y vamos por los de arriba”. Y otras más nuevas: “Desde la cubierta de los yates se siguen pidiendo recortes sociales”.

“Nunca pensé verme en esta situación”. Esa fue una de las frases que algunos repitieron. Otros se lamentaban por el futuro: “La sociedad que viví en los ochenta nuestros hijos no la van a vivir. Ni la sanidad, ni la educación… Es una crisis buscada”, afirmó Eloy Gonzalo, de 33 años y parado.

En Castellón las últimas medidas aprobadas por el Gobierno de Mariano Rajoy han elevado el malestar. Más de 10.000 personas protagonizaron una de las manifestaciones más ruidosas y multitudinarias de las celebradas en los últimos meses. Al inicio de la marcha, que partió pasadas las ocho de la tarde de la plaza de las Aulas, ya se coreaban cánticos como “que viva la lucha de la clase obrera” y retumbaban las bocinas. “Que nos recorten a nosotros es totalmente injusto, que recorten ellos en políticos porque aquí sobran bastantes”, decía Raúl, un agente de la Policía Nacional de 36 años. Joan Ferrer, bombero profesional del consorcio provincial se pronunció en la misma línea. “Nos han reducido un 12% de salario con esta última medida, no son reformas oportunas”, dice. A la marcha de ayer acudió una importante representación de colectivos como el de policía, bomberos y funcionarios de prisiones que hasta ahora apenas se dejaban ver. También hubo trabajadores de RTVV. Otros asiduos como la Plataforma en defensa de la Ley de Dependencia. “Es el golpe mortal de necesidad a la ley, pero vamos a intentar que resucite”, decía Teresa.

Rosa María Pérez, de 47 años, y trabajadora de Correos también acude a todas las protestas que puede. “Estamos pagando por algo de lo que nosotros no somos culpables. Me quitan la paga y los asuntos propios, pero no me quejo por eso porque al menos tengo trabajo, el problema es que no hay empleo y si se sube todo no sé de qué vamos a vivir”, dice. Esta trabajadora se queja de que gana 800 euros “y se piensan que todos los funcionarios cobramos miles”.

Las manifestaciones concluyeron sin incidentes de importancia, salvo el lanzamiento de huevos a la Delegación del Gobierno en Valencia.

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