La defensa pide un máximo de 20 años de libertad vigilada para el celador de Olot

El celador de Olot autor confeso de la muerte de 11 ancianos en la residencia La Caritat no debería entrar en la cárcel, según su abogado. El letrado pide una pena máxima de 20 años de libertad vigilada para Joan Vila porque “percibía, erróneamente en algunos casos, que la calidad de vida de estas personas estaba muy deteriorada”. La defensa argumentará que Vila se creía un ángel de la muerte que mataba a los ancianos para acabar con sus padecimientos y que, por ello, no debería ingresar en prisión, aunque sí someterse a tratamiento médico y estar bajo vigilancia.

Joan Vila, que mató al primer anciano en agosto de 2009 y al último más de un año después, fue hasta el inicio de sus crímenes “un cuidador ejemplar totalmente entregado a su trabajo”, según su abogado, Carles Monguilod. El celador cometió los asesinatos porque sufría una alteración psíquica, que no se corresponde con ninguna enfermedad, que le hacía percibir que su conducta era “moralmente buena”. Por eso, continúa el relato del letrado, Vila no ha demostrado desde su detención ningún tipo de arrepentimiento ni sentido de la culpabilidad. Esto mismo concluyeron los psiquiatras que han examinado al celador en la cárcel. Los especialistas concluyeron que Vila, que sí distingue entre el bien y el mal, no puede atribuir correctamente “estos valores a las acciones que desarrollaba”.

El fiscal del caso, Enrique Barata, ha solicitado 194 años de cárcel para Vila por los 11 crímenes. El fiscal cree que el celador actuó con “ensañamiento” en tres de las muertes porque obligó a los ancianos a ingerir productos tóxicos como lejía, lo que les produjo un gran sufrimiento. Por esos tres crímenes el fiscal reclama 22 años de cárcel, y para el resto,16 en cada caso. El celador fue detenido en octubre de 2010. Todavía no hay fecha para el juicio del caso, que se espera para finales de este año.