Topografía moral de la ciudad

El placer de una víspera gozosa, la infancia que precede al adolecer, se encuentra en el arranque de Bajo el Agua, primera novela del poeta, antólogo de poemas y médico de profesión, Alberto Infante. La novela toma como protagonista a un grupo de colegiales de un centro religioso madrileño del barrio de Salamanca, el Calasancio. La evolución psicológica y moral de los niños durante la segunda fase de la posguerra civil, describe el despliegue hacia la vida no sólo del puñado de personajes retratado en sus páginas sino también el de la entera generación, hoy sexagenaria, a la cual le sería reservado asistir a un cambio social y político sin precedentes en la Historia de Madrid y del país, la transición a la democracia desde la dictadura franquista.

El autor contingenta en relatos cortos la trama de su obra, que va engarzándose como un retablo de sentires y pasiones, reflexiones y saberes, en una suerte de topografía moral de la vida en los colegios y barrios de la ciudad: surgen la solidaridad y el abandono, las ambiciones y los anhelos, que trenzan el prieto cañamazo de muchas existencias cuyo consuelo último viene a ser la amistad, de la cual la novela deviene en silencioso mas apasionado canto.

Los relatos y su desenlace novelado filtran la percepción analítica y descriptiva del médico que los ha escrito pero, más allá de la mirada del galeno, sobresale la del escritor, que recrea la atmósfera madrileña del Retiro, la Fuente del Berro o la Ciudad Universitaria, para inducir desde allí las emociones y sorpresas que aquel Madrid y sus moradores aún hoy despiertan. A lector y lectora el autor les brinda percibir bajo sus palabras la caprichosa pugna entre racionalidad y azar que signó el tiempo en que aquella generación autoconstruyó su vida, con el gozo del riesgo -la libertad- que implicaba moverse de espaldas a cuanto desde aulas y hogares se le imponía.

Bajo el agua. Por Alberto Infante. Editorial Endymion. 230 páginas. 18 euros.