_
_
_
_

El fracaso de Ciudad de la Luz llega a la portada de ‘New York Times’

El rotativo califica los estudios de cine como "ejemplo del frenesí valenciano por la construcción" El reportaje cuestiona la anterior política de "eventos extravagantes" y "grandes edificios"

Francisco Camps abraza al actor francés Gérard Depardieu caracterizado como Obelix.
Francisco Camps abraza al actor francés Gérard Depardieu caracterizado como Obelix.

La política de grandes eventos y de proyectos frustrados del Consell acaparan la atención de la prensa internacional. El periódico The New York Times abrió el lunes su edición digital con un artículo sobre el complejo cinematográfico de la Ciudad de la Luz, en Alicante, que sitúa como "ejemplo del frenesí valenciano" por la construcción grandes instalaciones, que "ha dejado un legado de 25.000 millones de dólares e infraestructuras en bancarrota" en la Comunidad Valenciana.

Los autores de la información, Doreen Carvajal y Rafael Minder, recuerdan que la Ciudad de la Luz, en sus inicios, fue proyectada como un "megaestudio de cine donde los cuentos de hadas se hacían reales", y donde las instalaciones "podían crear un desastre tipo tsunami en un enorme tanque de agua con vistas al mar Mediterráneo, como un Hollywood en la costa española".

Sin embargo, exponen que en la actualidad este tanque "está seco y los 54 acres de backlots están prácticamente desiertos". El complejo "está en venta y agobiado por atraer productoras", mientras las autoridades europeas "han dado un ultimátum a la Generalitat valenciana para que explique esta semana cómo pretende devolver los 325 millones de dólares de los contribuyentes indebidamente gastados en ambiciones de magnate del cine".

Al respecto, los periodistas estadounidenses estiman que la respuesta "podría ser breve", y citan las recientes palabras del vicepresidente del Consell, José Císcar, quien reconoció sobre este asunto que "realmente, no hay dinero para devolver". Los investigadores de la Comisión Europea "han sido particularmente críticos con los grandiosos estudios, en respuesta a las quejas de los estudios privados", que en su día, "denunciaron que Valencia estaba distorsionando la competencia de mercado con su fuerte financiación pública", y por ello han reclamado la devolución de las cantidades destinadas a este complejo.

Doreen Carvajal y Rafael Minder se remontan al año 2006, para apuntar que, por entonces "nadie se podía imaginar esta dura realidad". "Cuando el presidente de la Generalitat de Francisco Camps, posaba delante de las cámaras con el actor francés Gerard Depardieu", a quien "abrazó vestido" como Obelix, con motivo de la película Asterix en los juegos olímpicos rodada en este complejo.

En torno a Francisco Camps, apuntan que "eligió a un vendedor de coches [Modesto Crespo] e incondicional de su partido, para presidir Caja Mediterráneo (CAM), entidad que ayudó a financiar la construcción de los estudios y otros proyectos del gobierno, y que ha quebró el año pasado". De igual modo, New York Times recuerda que "los estudios, en los se han rodado 60 películas, fueron una inspiración del director Luis García Berlanga, que propuso hacer una escuela de cine en Alicante", si bien, el concepto derivó en un proyecto "mucho mayor, reflejo de las ambiciones de los políticos locales y del fácil acceso a la financiación".

Eventos extravagantes

En esta línea, el rotativo estadounidense además subraya que la Comunidad Valenciana también ha invertido en estos años en "un puerto para superyates, una casa de la ópera --en referencia al Palau de les Arts-- al estilo de la de Sidney, en Australia; un museo de ciencias futurista; el mayor acuario de Europa; un puente con forma de vela, y un aeropuerto que nunca ha registrado una sola llegada o salida". Completan la lista de "eventos extravagantes" la America's Cup y las carreras de fórmula 1, así como el parque temático Terra Mítica de Benidorm (Alicante), que, indican, "también ha quebrado". Además, hace referencia a la contratación del arquitecto "super estrella" Santiago Calatrava, afincado en Zurich, para varios proyectos, quien, recuerdan, "defendía sus honorarios de 115 millones de dólares como 'modestos' y 'por debajo de la media' de proyectos similares".

"La creación del estudio, en 2005, fue parte de una fiebre constructora que se repitió a lo largo de las 17 regiones autonómicas", indica el diario. "Conforme la crisis de la nación se ido ahondando, la combinación de los intereses --de banqueros, magnates de la construcción y autoridades de los gobiernos regionales--, responsables de los excesos como Ciudad de la Luz, han ido saliendo a la luz aquí y en otros lugares".

Crisis económica

El análisis de The New York Times también hace hincapié en la "intensa presión que soporta el Gobierno español para realizar una contención de gastos, particularmente en sanidad y educación". Al respecto, recuerda que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, a principios de este año "amenazó con tomar el mando de las competencias autonómicas, lo que podría provocar una tormenta política" en el país. Como resultado, "estableció en 2012 estrictos objetivos presupuestarios y multas recaudatorias a las regiones que no cumplieran las metas·."Mientras todas las regiones han evitado la intervención estatal hasta ahora, la Comunidad Valenciana estuvo cerca del rescate a finales del año pasado, cuando fue obligada a pedir ayuda a Madrid para poder hacer frente a sus préstamos", añade. El diario cierra el texto con unas declaraciones del vicepresidente José Císcar, quien asegura ser "optimista porque el sector turístico de la Comunidad Valenciana es muy fuerte", que contrastan con las de Bryce Matuschka, un turista neozelandés, que declara que "el puente es una verdadera obra de arte, el acuario es genial", pero "para algunas de estas edificaciones cabe preguntarse para qué se han gastado todo ese dinero".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_