El caso contra un carmelita al que se acusó de abusos, camino del archivo
"Resulta difícil sostener que el sujeto activo estuviese actuando a sabiendas de la ausencia de consentimiento de la víctima”
El Ministerio Fiscal ha solicitado el archivo provisional del procedimiento contra el carmelita que fue acusado de abusos sexuales a un monaguillo de Burriana cuando éste era menor (17 años) al considerar que la inculpación no ha quedado acreditada y que no existen más que “simples sospechas”. El caso se dio a conocer en mayo de 2010 después de que la Orden de los Carmelitas Descalzos pusiera en conocimiento del fiscal un supuesto asunto de abusos cometido en 2007. Fue la primera vez que una orden llevó ante la justicia un posible caso de pederastia en sus filas.
Ahora, la fiscalía ha remitido un informe al juzgado de Instrucción número 1 de Castellón en el que solicita el sobreseimiento provisional y en el que da cuenta de las “versiones contradictorias” entre ambas partes. La del exmonaguillo, que ha declarado que el fraile le “puso la mano por debajo de los calzoncillos” que “ambos cuerpos se menearon” y que “con el frotamiento eyaculó”. Y la del religioso, que lo niega.
La víctima no denunció
El fiscal llama la atención sobre el hecho de que el procedimiento se iniciara “no con una denuncia de la supuesta víctima”, sino con un escrito dirigido a la Fiscalía de Valencia suscrito por el padre provincial de la Orden en la región. Además, recalca que el imputado manifestó en su declaración “que no se lleva bien con sus superiores” y que la pretensión del exmonaguillo “era encubrir su condición sexual, considerada una enfermedad en ciertos círculos fanático-religiosos”.
Por ello, el informe analiza la verosimilitud de ambos testimonios y concluye que “ambas merecen la misma credibilidad y valoración, si se atiende a las circunstancias que rodean los hechos, que no permiten decantarse hacia una u otra”. Tampoco considera el fiscal que pueda hablarse de “persistencia en la incriminación” y recalca de nuevo que la supuesta víctima “no decidió presentar denuncia”.
Finalmente, el fiscal, “aun dando por ciertos los hechos relatados (por la víctima)” aborda si hubo o no consentimiento, algo “necesario para formalizar la imputación”. Así, apunta que el relato denunciado por el exmonaguillo es una “progresión fáctica” y que, en definitiva, “se dejó llevar”.
“En este contexto resulta difícil sostener que el sujeto activo estuviese actuando a sabiendas de la ausencia de consentimiento de la víctima”.
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