La Generalitat ultima un crédito de 500 millones para aliviar su tesorería

La Generalitat está ultimando con tres entidades bancarias un crédito sindicado de 500 millones de euros para afrontar sus graves problemas de tesorería y sus pagos. La petición se realizó en los últimos días y el Gobierno catalán reclamó que la concesión fuera lo más rápida posible, según informan fuentes conocedoras de la negociación. Esta es, al menos de las que se tiene constancia, la cuarta vez que el Ejecutivo de Artur Mas llama a las puertas de los bancos para obtener liquidez. En 2011, firmó tres créditos: a primeros de año, uno por 500 millones; en marzo, por 400, y en diciembre, por 150 millones para poder abonar a los funcionarios la extra de Navidad.

Fuentes de la Generalitat no quisieron confirmar que se esté acabando de perfilar el crédito, si bien señalaron que el Gobierno catalán negocia “permanentemente” con las entidades bancarias para mejorar y optimizar su situación financiera en un contexto económico muy complicado. Mas recalcó el miércoles en el Parlament las dificultades de las autonomías para acceder a los mercados, casi cerrados. Actualmente, Cataluña arrastra una deuda acumulada de 42.000 millones de euros. El capítulo para pagar intereses es, de hecho, el único que ha crecido en año y medio de mandato de Mas, y es el tercero en importancia en los presupuestos, tras el de sanidad y el de educación. Los intereses de la deuda son la gran rémora de las finanzas, hasta el punto de que se calcula que entre 2011 y 2014 aumentarán un 63%. En el pleno de los recortes, Mas subrayó que si bien en dos años ha recortado el presupuesto de la Generalitat entre 3.000 y 5.000 millones de euros en un esfuerzo “gigante”, los intereses no han parado de crecer: ahora se abonan 1.000 millones más que hace un año.

Cataluña no es la única comunidad que está negociando un crédito. El Gobierno de otra autonomía del Estado estaba a punto de firmar un préstamo de casi 1.000 millones que, sin embargo, los bancos le han congelado. Las entidades están esperando que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, presente el jueves un plan para ayudar a la financiación de las comunidades. Fuentes próximas al Gobierno catalán cuestionaron, sin embargo, ese calendario recordando que Rajoy ha incumplido de forma reiterada su plan de aprobar los denominados hispabonos, es decir, un instrumento que permitiría a las comunidades colocar deuda en los mercados sin tener que pagar un interés mayor que el que abona el Estado como sucede ahora.

Sánchez-Camacho rechaza votar un pacto fiscal por bloques

Mas ha explicado reiteradamente que la Generalitat solo puede financiarse a través de tres vías: por los mercados, los bonos patrióticos y los hispabonos.Por eso le urge tanto que Rajoy de luz verde a este último instrumento. Pese al delicado estado de las finanzas, los trabajadores públicos de la Generalitat, a diferencia de lo que pasó con la extra de Navidad, ya han cobrado puntualmente, aunque recortada, la paga de verano.

El Parlament aprobó el jueves por un valor de 1.500 millones de euros el tercer plan de recortes en año y medio y ya se apunta la posibilidad de que haya un cuarto. El portavoz del ejecutivo, Francesc Homs, reconoció en TV-3 esa posibilidad: “Ya lo veremos, nos gustaría que no pero el panorama pinta muy complicado por la evolución de la economía”. La presidenta del PP catalán, Alicia Sánchez-Camacho, avisó que ese nuevo plan es casi inevitable porque el del jueves es insuficiente para cumplir el déficit el 1,5% exigido. La líder popular basó su sospecha en que el recorte de Mas en dos años de casi 5.000 millones solo ha servido para reducir el déficit del 4,2% al 3,7%. “¿Y ahora vamos a llegar en diciembre al 1'5%?”, se preguntó incrédula. Su apuesta es que se deben dejen intactos los servicios del Estado del Bienestar y ahorrar en lo que denomina las subvenciones ideológicas (las calculas en 600 millones) y en gastos superfluos para adelgazar la Administración.

Los funcionarios, aunque recortada, han cobrado la paga de verano

Sánchez-Camacho abrió unas jornadas en el Círculo de Economía en la que desfilarán los líderes políticos para tratar el pacto fiscal. La popular reiteró su plan de un modelo fiscal singular y más justo dentro de la LOFCA como el de Ceuta y Melilla o Canarias y desmontó la teoría de CiU de que todos los males de Cataluña procedan de una mala financiación al alegar que otras comunidades sin concierto tienen menos deuda y deficit. La popular criticó que Cataluña pierda tres posiciones en el ranking de riqueza de las comunidades tras pagar sus impuestos —pasa del cuarto al séptimo lugar— y alertó que el PP —en contra de lo que había indicado— no aceptará un pacto fiscal aprobado y votado por bloques como ha propuesto CiU.