La Audiencia de Girona condena a 30 años de cárcel a la parricida de Lloret
Lianne Smith mató a sus dos hijos, de 11 meses y cinco años, en un hotel en 2010
La Audiencia de Girona ha condenado a la británica Lianne Smith a 30 años de prisión por dos delitos de asesinato, después de que el jurado popular la considerara culpable de acabar con la vida de sus dos hijos menores en un hotel de Lloret de Mar el 17 de mayo de 2010. El jurado popular consideró que aunque la mujer sufría una alteración mental “grave” en el momento de los crímenes, esta no le impedía ser consciente de sus actos y controlar su voluntad.
El jurado popular aceptó que la acusada sufría una “depresión emocional patológica” y un trastorno psicótico cuando acabó con la vida de sus hijos Daniel, de 11 meses, y Rebecca, de cinco años. Lo hizo pocos días después de huir de Barcelona tras la detención de su pareja, Martin Smith, por delitos de pederastia. Lianne sufría una dependencia patológica de su marido y había acordado con él que, si algún día les separaban, se suicidarían. Ambos habían llegado a Barcelona en 2007 huyendo de la justicia británica, que había colocado a Martin entre los delincuentes más buscados. El marido de la parricida se ahorcó en enero pasado en una prisión británica tras ser condenado por abusar de su hijastra durante 10 años de forma continuada.
Una psiquiatra del Instituto de Medicina Legal de Girona declaró durante el juicio que Lianne “sabía que había cometido un crimen, pero para ello lo peor era que sus hijos fueran acogidos por los servicios sociales”. La pareja se sentía continuamente perseguida y Lianne pensaba que, tras la detención de Martin, los servicios sociales le quitarían la custodia de los pequeños.
Los psiquiatras concluyeron que Lianne no tenía sus facultades anuladas ni “muy gravemente” afectadas cuando decidió matar a sus hijos. Por ello, y puesto que fue capaz de declarar con coherencia ante la policía lo que había hecho e incluso dejar varias notas escritas, el jurado popular consideró que la mujer era responsable de los crímenes. Smith se presentó el 18 de mayo, alrededor de las 13.30, en la recepción del hotel Miramar y confesó que había acabado con las vidas de sus hijos Rebecca y Daniel. Había pasado la noche con los dos cadáveres en la habitación y nadie sabía lo sucedido. En una de las notas que dejó escritas, decía que Martin era “inocente” y que su hija mayor era la culpable del destino familiar por haber denunciado a su marido. Tras matar a los niños, Lianne intentó suicidarse.
La sentencia la condena a 30 años de cárcel con una agravante de parentesco y las circunstancias atenuantes de confesión y alteración mental. La mujer ingresó en prisión el día posterior al crimen. Los pequeños Daniel y Rebecca fueron enterrados en un nicho municipal del cementerio de Lloret sin que nadie de la familia acudiera el entierro.
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