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Ponencia de paz y convivencia del Parlamento vasco

La ponencia intentará un primer pronunciamiento antes de fin de mes

UPyD y la izquierda ‘abertzale’ no han participado ni por escrito

Los integrantes de la ponencia de paz y convivencia del Parlamento intentarán un primer pronunciamiento antes de las vacaciones, según indicaron fuentes de grupos que asisten a ella. La ponencia es uno de los foros cuyo trabajo ha querido prolongar durante este mes el PNV. Fue este partido el que lo incluyó expresamente en su petición de habilitación de julio.

Ayer tuvo lugar una nueva reunión, sin comparecencia a de ninguna personalidad ajena a los grupos que la forman, PNV, PSE-EE, PP, Ezker Anitza y la parlamentaria expulsada de Aralar Aintzane Ezenarro.

Ezenarro y sus compañeros Mikel Basabe y Oxel Erostarbe, habían prometido entregar sus actas, reclamadas por el partido, al final del presente período de sesiones. Su alargamiento, y, en concreto, la pertenencia de la parlamentaria a esta ponencia, pospondrá también su salida de la Cámara. El hecho de que Ezenarro deba abandonar su escaño es el factor de más peso en ese intento de que haya antes de su marcha un pronunciamiento, aunque sea de mínimos. Con él cerraría la representante abertzale un papel, reconocido por todos los grupos, de impulsora de ese foro de trabajo, que sirvió para dar salida a la propuesta del lehendakari de constituir una ponencia donde pactar discretamente cuestiones que atañen a la lectura del pasado y la gestión de un presente y un futuro sin terrorismo.

En la reunión de ayer, los grupos, que no han hablado desde que la ponencia se constituyó, se sumergieron en el análisis de los papeles que han recibido. Sometieron a examen tanto los entregados por ellos mismos como por los colectivos con trayectoria en la lucha contra la violencia, por la convivencia o los derechos humanos, a los que pidieron aportaciones y que las han remitido por escrito. Con todo, es en sus propias propuestas donde están las claves y también las dificultades. Las distancias son aún grandes. De ahí que ningún grupo dé seguridad a ese primer pronunciamiento. Las cosas deberían madurar mucho en estas semanas, coinciden.

A la ponencia siguen sin asistir UPyD, EA y Aralar. Son solo tres de los 75 integrantes de la Cámara, pero su ausencia tienen significado. La de UPyD, por su identificación con las posturas de los colectivos de víctimas del terrorismo más beligerantes con los encuentros de presos y víctimas, el plan de reinserción del Gobierno Rajoy, o la iniciativa del vasco con las víctimas de excesos policiales. En el caso de EA y Aralar, porque son las fuerzas integrantes de Bildu y Amaiur que podrían haber dado voz a esas coaliciones donde está la izquierda abertzale. No lo han hecho ni por escrito.

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