“No saben ustedes lo que es estar un día en la cárcel, a 15 de la libertad”
El abogado de Oubiña se queja del estado de la celda de la Audiencia Nacional y advierte a los jueces: “No teman, no se escapará”
El primero de los dos juicios por blanqueo contra el narcotraficante Laureano Oubiña se ha convertido en un nuevo e inesperado obstáculo para lograr la libertad, dentro de 14 días, tras pasar 11 años en prisión por tráfico de hachís. La declaración de su primo José Piñeiro, el que fue uno de sus hombres de confianza y también imputado en esta causa como depositario de sus bienes, ha sido demoledora porque ha ratificado el escrito de acusación del fiscal en la Audiencia Nacional.
José Piñeiro se limitó a reconocer todas las acusaciones expuestas por el fiscal Luis Ibáñez, tanto las referidas a él, para el que pide cinco años de cárcel y multa de 13 millones de euros, como al resto de los acusados. El testaferro confirmó que el dinero que manejó de Oubiña provenía del narcotráfico, y aunque no hizo una confesión pública de los hechos sí respondió a los ataques de los abogados defensores, que le acusaron de haber pactado con el fiscal.
El “arrepentido” dijo que el domingo, víspera del juicio, había revisado en el despacho de su abogado el escrito de acusación y que había decidido avalarlo en el turno de su interrogatorio, una declaración que encendió al abogado de Oubiña y el de la novia de este, Tiziana Cardarelli, y que obligó a intervenir a la presidenta del tribunal, la magistrada Teresa Palacios, para interrumpir a los letrados, según Europa Press.
La tardía y sorprendente confesión de su primo pone a Oubiña en una complicada situación que podría agravarse más de cara al juicio previsto para dentro de dos semanas, y retenerlo en prisión, ya que las penas solicitadas en los dos procesos suman 14 años.
Laureano Oubiña, que se enfrenta en este juicio a ocho años de prisión por haber blanqueado 4,5 millones, y a una multa de 13 millones de euros, fue el primero en declarar, pero se negó a responder a las preguntas del fiscal y a las de su abogado, Joaquín Ruíz Jiménez . “Llevo 25 años repitiendo lo mismo”, se limitó a decir. El acusado argumentó que en 2005 ya había sido interrogado sobre los hechos que se le imputan por el que fue instructor de la causa, Fernando Grande-Marlaska, pero después de testificar cambiaron al fiscal. Y añadió: “Estoy cansado de esta casa”, en alusión a la Audiencia.
Tiziana Cardarelli tampoco quiso contestar y se remitió a la declaración ante Grande-Marlaska. “No vine a España para trabajar, ya llevaba 17 años trabajando en Italia, aquí solo he conseguido dos cosas: perder el dinero y la libertad”, se limitó a declarar. El fiscal pide para ella cinco años y también multa de 13 millones. La acusa de gestionar el dinero ilegal que provenía de Oubiña. Para eso habría constituido la sociedad Cardamode, con la fachada de una “ruinosa boutique” en Santiago. Habría adquirido varios inmuebles y ejercido una considerable actividad cambista con divisa.
También en este juicio está acusado por delito de blanqueo el constructor de referencia de Oubiña, Amancio Costa. Pero el tribunal acordó ayer eximirle de que asista al resto del juicio por motivos de salud. El empresario fue sometido a un informe forense en la Audiencia Nacional por lo que será juzgado en solitario cuando se recupere del cuadro depresivo que sufre y que le provoca dificultades para comunicarse, agitación psicomotriz, ansiedad y subidas de tensión.
El juicio arrancó por la mañana y continuó por la tarde debido a las abundantes y extensas cuestiones previas planteadas por los defensores y rechazadas por el tribunal. Esta decisión provocó una nueva protesta de Ruiz Giménez, que hizo referencia a la puesta en libertad de su cliente, prevista para el 17 de julio y amenazada en caso de que sea condenado de nuevo por esta causa. “No saben ustedes lo que es estar un día en la cárcel, a 15 de la libertad, y en unos calabozos tercermundistas”, denunció en referencia a las celdas habilitadas para los presos en la Audiencia Nacional.
Además, el abogado reprochó al tribunal que señalase el juicio la semana antes de que Oubiña recupere la libertad. “¿Por qué meter este juicio con calzador? No tengan miedo, no se va a escapar”, dijo. Ante esta alegación, la juez Palacios le contestó: “Miedo, ninguno. Es un tema de agenda y calendario”.
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