Bankia suspende el desahucio de una familia de Montoro

Bankia ha accedido a no desahuciar a la familia de siete miembros de Montoro (Córdoba) que estaba a punto de desalojar su propia casa por impagos de la hipoteca de cerca de 200.000 euros. La plataforma Stop Desahucios ha informado que la entidad, recientemente rescatada por el Estado, ha accedido a que la familia siga viviendo en la casa a cambio de un alquiler social.

La historia de María Benítez Cabrera y su marido Ventura Aguilar se contó en un vídeo realizado por el periodista cordobés Alberto Almansa que corrió rápidamente por Internet. Presionados por este hecho, la entidad, que se había mostrado inflexible y había forzado la orden judicial de desahucio, accedió a sentarse a negociar.

Vídeo 'Bankia sin alma'.

María cuenta que la familia dejó de pagar la hipoteca hace dos años. “Entonces debíamos ingresar mensualmente entre 700 y 800 euros al mes”, explica. Ella ha comenzado a recibir ahora una paga de 426 euros mensuales durante dos años, gracias a los trabajos que ha realizado para el Ayuntamiento de Montoro. “Mi marido ha cobrado dos mensualidades con la misma cantidad, pero se le termina este mes”. El resto de los ingresos, detalla María, se completan con 600 euros en concepto de pensión de viudedad que cobra su madre y 680 que cobra su hermana por minusvalía y orfandad. Además, desde hace pocos meses recibe 254 euros más por la Ley de Dependencia.

La presión económica era doble. Por un lado, las obligaciones derivadas de los contratos hipotecarios alcanzados con Bankia. Pero por otro, la crisis de la construcción y la agricultura, sectores a los que se dedicaba el marido y que le han convertido, a su vez, en acreedor de terceros. Además, otros familiares sufren una situación económica muy delicada que también les ha afectado, cuentan personas que les conocen. Todo ello llevó a la familia a no poder hacer frente a sus pagos con el banco.

Un centenar de personas se concentraron el viernes 22 de junio frente a la oficina que Bankia tiene en el centro de Córdoba. María, su marido y un representante de la plataforma se sentaron a hablar con la directora de la sede bancaria durante una hora. Casi una semana después de conocerse la noticia, la entidad accede a que se queden en su casa a cambio de un alquiler social.