Feijóo presiona a Gayoso con un cambio legislativo para que dimita
El PP rectifica en 24 horas y acepta que el Parlamento investigue a las cajas El Gobierno modificará la ley de fundaciones para renovar los órganos de la institución
La resistencia de la caja de ahorros a convertirse en fundación y derribar sus antiguos órganos de gobierno (pensados para la gestión del negocio bancario, no de la obra social) tiene los días contados. En vista de que la entidad se resiste voluntariamente a eliminar su asamblea (de 320 miembros), algo que, según la Xunta, podría haber hecho ya, el PP impulsará en el Parlamento una regulación para mostrarle el camino. “Se da un pequeño sinsentido, el órgano de gobierno que es la asamblea general tiene más miembros que trabajadores, sería bueno que eso se redujese y acarrearía ahorros significativos”, indicó ayer el portavoz popular, Pedro Puy. Facenda ya suprimió las dietas por asistencia, lo que a punto estuvo de costarle el quórum en la última asamblea de la caja. Ese es solo uno de los numerosos frentes que tiene abiertos tras la dimisión de Mauro Varela, hasta este lunes copresidente primero, que renunció por declarar en una entrevista que los compradores de participaciones preferentes, esos productos complejos que atraparon los ahorros de miles de clientes, sabían lo que hacían.
Los focos se centran ahora en el veterano Julio Fernández Gayoso, un personaje poco simpático para la Xunta y el PP desde mucho antes de que se resistiera a la fusión. Camino de los 81 años, ha sido señalado por la Fiscalía Anticorrupción como colaborador necesario en una presunta operación para inflar las indemnizaciones de cuatro exdirectivos antes de que Novacaixagalicia fuese nacionalizada. La Xunta ha dicho basta y ayer el presidente, Alberto Núñez Feijóo, anunció por sorpresa un cambio legal para forzar su salida, una vez que, tras la marcha de Varela, vuelve a ser el principal gestor de la caja fusionada, propietaria de un 7% de Novagalicia Banco. Lo que planteó ayer Feijóo en la sesión de control parlamentario al Gobierno fue un proyecto de ley para “transformar la caja en una fundación especial y renovar a todos los órganos directivso”. Verá la luz en el mes de julio, en el segundo de los dos plenos extraordinarios que se celebrarán durante los meses de verano.
La modificación legal pretende que el veterano dirigente abandone
El anuncio, lanzado en el Parlamento para sorpresa de la oposición y de algunos de los diputados de su propio partido, es un nuevo órdago para forzar la despedida por las buenas de Gayoso. Según la normativa del FROB II, que inyectó 2.400 millones de euros en el banco rescatado, para que la caja haya de convertirse en fundación el equipo de gestores que lidera José María Castellano debe conseguir al menos un 20% del capital. Será entonces cuando rija la modificación de la normativa de fundaciones que Xunta y PP plantean pensando únicamente en el futuro de las cajas.
Pero, de momento, el expresidente y fáctotum de Caixanova no ofrece ningún indicio de ir a arrojar la toalla pese al órdago del Gobierno gallego. Históricamente ha demostrado dotes de superviviente como lo demuestra que tras todo el proceso y jubilado su rival del norte, José Luis Méndez, tras los avatares de la fusión, permanezca al frente de Novacaixagalicia. Desde el primer momento pensó en continuar al frente de la caja, su proyecto vital, aunque está por ver si las presiones pueden hacerlo cambiar de opinión. Hasta el momento ha sorteado todas las dificultades, incluso las legislativas, para continuar vinculado a lo que una vez fue Caixanova. Siempre gracias a una mano amiga en el Gobierno de la Xunta. En 2005 entró en vigor una ley gallega de cajas, tramitada durante el último Ejecutivo de Manuel Fraga, que resultó ser un traje a medida para Gayoso, que accedió a la presidencia de la entidad el año siguiente. En su única disposición transitoria, la norma, derogada en 2010, permitía a los consejeros “permanecer el presente mandato y uno más”, por encima de las limitaciones de edad y de sucesión, que el ejecutivo vigués incumplía a todas luces.
La entidad debe convertirse fundación si entra un 20% de capital
Cuando estaba a punto de expirar su mandato, en junio de 2010, la aceptacion de fusión con Caixa Galicia le brindó a Gayoso la oportunidad perfecta para alargar su situación. El acuerdo establecía su permanencia durante tres años pasando por alto la Ley de Órganos Rectores de las Cajas de ahorros, que rebaja la edad máxima de los consejeros a 70 años.
Investigación parlamentaria sin plazo
Un día después de votar en contra de la comisión de investigación en el hemiciclo duranteuna bronca que obligó a suspender el pleno y la misma semana que la Fiscalía Anticorrupción anunció una querella contra los directivos, el Partido Popular registró ayer la petición para que la Cámara indague sobre lo sucedido en Caixa Galicia y Caixanova. Lo anunció el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en el turno de cierre de otra incómoda sesión de control al Gobierno que el Bloque aprovechó para reprocharle los datos del paro, que crece en Galicia por encima de la media española, y los socialistas, para echarle en cara los recortes sociales del Ejecutivo de Mariano Rajoy. Tras reprochar al Bloque que no ayude y se dedique a “crispar y dividir el país” diciendo cosas muy parecidas a las que Feijóo y el PP lanzaron contra el bipartito desde la oposición, el presidente lanzó el anuncio: “Vamos a presentar un proyecto de ley para transformar la caja en una fundación especial, vamos a presentar una comisión de investigación y se aprobará en un pleno de julio. Y vamos a constituir una fundación especial para renovar a todos los órganos directivos”.
Minutos después, el portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy, enfriaba un poco la noticia. La petición de la comisión de investigación se registró con la firma de los 38 diputados populares pero queda aparcada a la espera de que Novagalicia Banco concluya su plan de recapitalización, algo que los populares consideran que puede producirse el próximo mes de julio.
En el escrito que registró en la Cámara, el PP ya da pistas de que no piensa contentarse con fiscalizar lo sucedido en el proceso de la fusión. En el enunciado pide “analizar y evaluar la evolución económico-financiera de las antiguas cajas de ahorros y las causas y responsabilidades de su actual situación, incluyendo las indemnizaciones millonarias de sus exdirectivos”. Ni Feijóo, ni Puy ofrecieron ninguna fecha concreta, y la oposición, a lo largo de todo el pleno, reprochó a la Xunta y al PP que busque titulares en lugar de hallar las causas del desastre de las cajas.
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