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Hoteles fuera de temporada

Trabajadores de establecimientos cerrados mantienen las instalaciones en buen estado

Concentración de trabajadores del hotel Las Palomas, en Torremolinos.
Concentración de trabajadores del hotel Las Palomas, en Torremolinos.García-Santos

El hotel Las Dunas de Estepona lleva casi tres años cerrado, pero está impecable, podría entrar en funcionamiento de nuevo este mismo verano. Y es que una buena parte de la plantilla, 44 empleados, continuan trabajando en el establecimiento diariamente y cobrando puntualmente sus nóminas. Es un caso “muy extraño, extraordinario”, según reconoce el presidente del comité de empresa, Juan Luis Díaz, de CC OO, en un momento en el que lo habitual es justamente lo contrario, cuando muchas empresas activas pasan apuros para pagar sus salarios.

El Banco Pastor, propietario del hotel desde marzo de 2010, cuando lo desahució por los impagos de un crédito inmobiliario de su anterior propietario, el empresario libanés Mohamed Reda Alaywan, se vio obligado a readmitir a los trabajadores por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que tiene recurrida en el Supremo. Entretanto se resuelve la casación, los 44 empleados de los 102 que formaban la plantilla y que optaron por la readmisión en lugar de ser indemnizados, se afanan en mantener el hotel como si fuera a recibir clientes mañana mismo. O mejor en algún aspecto, pues como afirma el mismo Díaz, “los jardines están preciosos, como nunca, porque como no hay ninguna hamaca que queme el césped, quien lo pise...”

Las habitaciones están en perfecto estado de revista, como un apetitoso escaparate para las decenas de visitas que recibe el hotel, hasta tres un mismo día, de empresarios y brookers teóricamente interesados en comprar este establecimiento de gran lujo que hace apenas una década se promocionaba como el más caro de España.

Las Dunas es un caso único, cerrado hace tres años, paga a 44 empleados

Las dos suites de lujo, de 180 metros cuadrados cada una, llegaron a costar 6.000 euros diarios. El hotel Las Dunas fue hasta cierto punto víctima de la burbuja. “Creyeron que todo podía ser lujo y boutique, pero era insostenible”, asegura Díaz, y el hotel empezó a bajar sus índices de ocupación hasta que se vio abocado al cierre en 2009.

El empresario linabés era un intruso en el negocio hotelero, como lo son las propietarias de los hoteles de lujo que, desde que se inició la crisis, han cerrado en la Costa del Sol. En plena boom del ladrillo, inmobiliarias como Aifos optaron por diversificar su negocio y entrar en el sector hotelero con resultados nefastos. El Byblos de Mijas, un hotel referente por su arquitectura, su entorno y la mítica de haber alojado a Lady Di; y el Guadalpín Banús, que fueron de esta promotora, están hoy cerrados, y sin mantenimiento.

Como el emblemático hotel Incosol, el establecimiento preferido por la jet set para las dietas de adelgazamiento que se encuentra cerrado desde abril. Su propietaria, otro grupo inmobiliario, Jale, que también ha clausurado los hoteles Monasterio de San Miguel y Duques de Medinaceli en el Puerto de Santamaría, está en concurso de acreedores.

Los trabajadores de Incosol también han continuado asistiendo a su trabajo, aunque éstos sin cobrar, porque su situación laboral no estaba resuelta. “Siempre hay cosas que hacer, pero también nos ha dado para mirarnos las cara, para mucha charla, jugar a las cartas..”Según Javier Moreno, presidente del comité de empresa, en los últimos cuatro años han cobrado parcialmente, según la recaudación que hacía el hotel, y estima que la deuda por nóminas con los 132 empleados asciende a dos millones de euros.

Cuatro hoteles del grupo inmobiliario Jale han cerrado por las deudas

“Es una situación insoportable, muchos hemos tenido que acudir a nuestros padres y hay compañeros que están a punto de perder sus casas”, lamenta Moreno. Desde el 1 de junio, los trabajadores han acordado con los administradores concursales un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) hasta noviembre. Durante este tiempo cobrarán el desempleo y confían en que para entonces alguien pueda haber comprado el hotel para reflotarlo. Para cuidar que todo funcione y no haya deterioro, y ahuyentar posible ladrones, 19 empleados se han ofrecido voluntarios para ir cada día al hotel.

14 establecimientos cerrados

El pasado noviembre, el hotel Las Palomas de Torremolinos acordó un ERTE de tres meses con sus 111 trabajadores con el compromiso de reabrir en Semana Santa. Pero el establecimiento propiedad de Fernando Puche, el polifacético empresario expresidente del Málaga C.F. que hace cinco años se sintió tentado por la explotación hotelera, sigue cerrado.

Los trabajadores cerraron un acuerdo el viernes con los administradores concursales para prolongar hasta finales de septiembre el ERTE. “El problema es que los 28 fijos discontinuos ya no tienen más derecho a cobrar el desempleo”, lamenta José Quintana, presidente del comité de empresa, que espera que para entonces la administración concursal haya logrado vender el hotel.

La intervención judicial es en muchos casos la salida para estos hoteles mal gestionados en un sector que funciona —el verano pasado los hoteles andaluces lograron su récord histórico de pernoctaciones—. Así ocurrió por ejemplo con Los Monteros, hace dos años, cuando la juez forzó un acuerdo con acreedores que permitió la venta del veterano gran lujo.

Actualmente hay 14 hoteles cerrados en Andalucía, con casi 1.300 trabajadores afectados, según datos de CC OO. Nueve de ellos en la Costa del Sol (Las Dunas, Incosol, Guadalpín Banús, Byblos, Las Palomas, Don Miguel, Radisson Marqués, AGN Estepona y Novotel de Málaga).

En Cádiz están cerrados Monasterio de San Miguel y Duques de Medinaceli, en El Puerto de Santamaría, mientras que otro tercer hotel del mismo grupo Jale, el Colón de Rota parece que ya no abrirá en verano.

En Huelva están cerrados sendos hoteles de la cadena Oasis en Isla Antilla e Isla Cristina, con 300 empleados, por un conflicto con los propietarios de los edificios.

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