México veta la urbanización de la CAM en Cabo Cortés
El presidente Calderón confirma el rechazo por el negativo impacto ambiental del complejo de 8.000 viviendas
México ha vetado definitivamente el megaproyecto turístico impulsado por la promotora Hansa Urbana, filial de la extinta Caja Mediterráneo (CAM), en Cabo Cortés, en el Estado de Baja California. El presidente del país centroamericano, Felipe Calderón, confirmó el rechazo a la macrourbanización tal y como estaba diseñada por su negativo impacto ambiental, en el contiguo Parque Nacional Marino de Cabo Verde.
No obstante, Banco CAM no renunciará al proyecto turístico aunque sí que modificará su diseño y envergadura para tratar de adaptarlo a la normativa medioambiental vigente en México. Fuentes del Banco CAM aseguran que, superado ese trámite, las autoridades mexicanas respaldarán la iniciativa.
La promoción ocuparía 3.800 hectáreas junto al Parque Nacional Marino de Cabo Verde
El megaproyecto de Cabo Cortés fue planteado por Hansa Urbana en 2008. La futura macrourbanización ocuparía 3.800 hectáreas en el municipio de Los Cabos. El proyecto, planeado por etapas, preveía construir 8.000 viviendas, hasta 15 hoteles, dos campos de golf con 18 hoyos, un puerto deportivo con 490 amarres y zonas comerciales, entre otros, según Hansa Urbana. Un tamaño similar a la capacidad hotelera de Cancún.
Este vasto desarrollo urbanístico desató la oposición de los ecologistas y vecinos de la zona porque, a su juicio, reproducía el modelo depredador español de turismo de masas que acabaría con la destrucción de la zona.
Inicialmente, el Gobierno mexicano, a través de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) autorizó una Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) que sólo avalaba el cableado de teléfono, el eléctrico, malla ciclónica y algún camino de acceso. Sin embargo, incluso este primer permiso ha sido ahora revocado por el Ejecutivo mexicano.
La presión de los colectivos ecologistas y los expertos de la Unesco ha sido determinante en la marcha atrás del Gobierno de México a la iniciativa urbanística de los rectores de la desaparecida caja de ahorros alicantina. La Unesco llegó a enviar una misión de expertos para evaluar sobre el terreno el impacto que tendría la urbanización en el Parque Nacional de Cabo Verde.
Cabo de Cortés iba a ser el segundo proyecto de Hansa Urbana en México, donde la promotora ya promueve y comercializa Novo Cancún, iniciativa que implica una inversión de 325 millones de dólares (240,5 millones de euros).
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