Cosmocaixa exhibe arte inspirado en la meteorología

El año pasado fueron los pájaros y este es la meteorología. Un año más, con motivo del festival Sónar, Arnau Horta relaciona arte y ciencia a través de propuestas insólitas, que se exponen en Cosmocaixa. La exposición MeteoLab: los sonidos de la meteorología, que podrá visitarse hasta el 6 de julio, reúne cinco obras, dos históricas y tres inéditas, concebidas especialmente para los espacios del museo.

Es el caso de la instalación envolvente Tower of winds, de Thomas Köner, que aprovecha la arquitectura de la Rampa Espiral para situar el visitante en el interior de un tornado. La pieza combina grabaciones de campo con sonidos electrónicos digitales. Pertenecen también a Köner, uno de los creadores más consolidados en el panorama del new media art, los dos trabajos históricos, dos piezas audiovisuales de 2004, que documentan la transformación del paisaje bajo las inclemencias meteorológicas.

Pese a estos dos vídeos, el programa de este año, más que verlo, hay que escucharlo, y si es con los ojos cerrados, mejor, al menos así lo aconseja Chris Watson, autor de una de las dos obras compuestas expresamente para el Planetario. Watson, colaborador habitual de David Attenborough y uno de los más codiciados grabadores de sonidos naturales para los documentales de la BBC, ha combinado los sonidos reales captados cuando empieza el verano austral y al Polo Sur llega la luz del sol.

La segunda pieza es de Biosphere, alias artístico del noruego Geir Jenssen, uno de los grandes de la segunda generación de música ambient, que ha concebido una pieza a partir de los sonidos de Camboya cuando las lluvias hacen desbordar el río Mekong.