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El abandono de Arenas desata la lucha por el poder en el PP andaluz

El plan del dirigente popular es dejar como sucesor al alcalde de Sevilla

Arenas y Zoido, en un acto en Dos Hermanas (Sevilla).
Arenas y Zoido, en un acto en Dos Hermanas (Sevilla).JULIÁN ROJAS

La súbita marcha de Javier Arenas del PP andaluz ha removido los equilibrios internos del partido. Como si fueran los muelles de unas de esas cajas que al abrirse se desparraman, los dirigentes provinciales han tomado direcciones distintas para preparar el congreso que se celebrará a mediados del mes próximo y del que saldrá un nuevo líder. Varias fuentes coinciden en que el plan de Arenas es dejar el poder a Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla, a quien ha elegido entre los 10 vicepresidentes regionales para que gestione la transición hasta la fecha del cónclave, pero no parece que vaya a ser tan fácil.

Ninguno de los presidentes provinciales esperaba que Arenas adelantara el congreso, previsto para septiembre, y mucho menos que decidiera abandonar su cargo de forma tan precipitada. La idea era que siguiera al frente del PP andaluz y tantear a largo plazo su relevo. Sin embargo, una vez digerida la sorpresa, el sentir general es que nada está escrito y todo está abierto.

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El martes se sucedieron las declaraciones de adhesión y reconocimiento a la trayectoria de Arenas, a la par que el intercambio de elogios entre los que han sido señalados en las quinielas para sucederle. La frase más repetida fue: “Fulanito o Menganito está perfectamente preparado para dirigir el partido, aunque hay otras personas que pueden hacerlo igual de bien”. Únicamente el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quebró la edulcorada dinámica y mostró a las claras el runruneo que en realidad se escucha en los cenáculos populares tras saberse que Arenas se va. Preguntado por la candidatura de Zoido, dijo: “Tendrá siempre mis respetos, pero está un poco saturado de trabajo, yo lo veo así”.

La mayoría del partido también, excepto la organización sevillana, claro. Zoido presenta muchas aristas en contra: es el alcalde de la capital andaluza, presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), y podría quedarse sin su escaño en la Cámara autónoma si no prospera el recurso que ha presentado el Gobierno central para neutralizar la ley que prohíbe simultanear los cargos de alcalde y diputado. Además, es complicado que el resto de provincias acepte un candidato tan identificado con Sevilla, un territorio que suscita siempre recelos.

Los suyos están lanzados. José Luis Sanz, presidente del PP sevillano, se pronunció el martes y dijo que sería un “magnífico” sustituto de Arenas. El entorno de Zoido lleva semanas hablando de la necesidad de que alguien cómo él tome las riendas del partido, levante el luto del fiasco de la presidencia de la Junta e imprima nuevos bríos alejados del ritmo mortecino en el que se había instalado su mentor después de su cuarto intento fallido para llegar a San Telmo. Zoido se ha mostrado formalmente abrumado solo con oír la posibilidad, y ha repetido que su prioridad es Sevilla, aunque ayer se le escapó “un de momento, no tengo nada preparado” que ha inquietado a los otros aspirantes.

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Arenas y Sanz cerraron el viernes con Zoido la sucesión en el PP andaluz

Las fuentes consultadas señalan el viernes pasado como el día clave del respingo que dio Arenas el lunes. Tras mantener en las últimas semanas un pulso prolongado con la secretaria general del PP nacional, Dolores de Cospedal —quien de ninguna manera quiere que el andaluz adquiera más peso en Génova, como puso de manifiesto la misma mañana de la noticia—, tomó la decisión de dejar todo de golpe. Estas fuentes añaden que también pesó en Arenas el mensaje recibido respecto a que el congreso de Andalucía se estaba retrasando demasiado, cuando en las demás organizaciones regionales se habían celebrado ya o estaban a punto de hacerlo.

Su primer impulso, apuntan varios dirigentes, fue delegar en Antonio Sanz, el número dos, pero la resistencia de destacados miembros de Génova llevó a pensar en el alcalde de Sevilla, muy cercano al hasta ahora líder del PP, si bien su equipo no mantiene precisamente sintonía con la dirección autonómica.

Según esta versión, Zoido aceptó el paquete completo —presidente en funciones y candidato en el congreso— el mismo viernes y todo quedó cerrado. Sin embargo, la visibilidad que adquirió posteriormente la estrategia y la opinión negativa de algunos sectores de la ciudad han despertado dudas en el alcalde. Zoido cenó el lunes en Antequera con Arenas y los presidentes provinciales. Después cada cual empezó a contar partidarios. El alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, y el portavoz parlamentario, Carlos Rojas, suenan con mucha fuerza. Hay quien señala igualmente a la delegada del Gobierno, Carmen Crespo. La lucha por el poder en el PP andaluz está abierta.

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