Coepa aprueba sus cuentas entre críticas por ocultar pérdidas

La patronal alicantina atraviesa uno de los momentos más delicados de su historia. Con varios frentes abiertos, la organización está ahogada por el impago del Consell —que le debe más de siete millones de euros— pero también tiene frente abierto interno a cuenta de las cuentas del periodo entre 2006 y 2010. Las cuentas se aprobaron ayer en una maratoniana sesión de asambleas encadenadas a las que asistieron pocos empresarios: medio centenar, que con los votos delegados superaron los 120 votos. Coepa defendió que las cuentas se aprobaron con el apoyo del 95,5%. La asamblea fue tensa y contó con los votos en contra de los representantes de la patronal alicantina del metal (Fempa) y de la patronal de las pymes (Cepyme), que consideran que ha habido una mala gestión y que se ocultaron las pérdidas.

La reformulación de cuentas es una decisión tomada por la cúpula de Coepa a raíz de una sentencia que declaraba nulos los presupuestos de 2006 al haber contabilizado mal una subvención importante. El tema fue llevado a los tribunales por la patronal del metal y ha sido un foco de tensión constante en las presidencias de Modesto Crespo, fundamentalmente, pero también de Rafael Martínez Berna y ahora de Moisés Jiménez, que hasta asumir la presidencia era el tesorero de la patronal. Fempa asegura que Coepa ha acumulado 1,2 millones de pérdidas en estos cinco años a pesar de haber recibido 60 millones en subvenciones.

Tras la asamblea, la patronal del metal esgrimió que su voto en contra obedece a que no se puede apoyar una gestión que arroja las citadas pérdidas a pesar de los ingresos. También votó en contra porque “se ocultaron las pérdidas y si la asamblea lo hubiera sabido, hubiera actuado de otra forma”. Una de las tesis de los votos en contra es que el desconocimiento de las cuentas reales supuso una toma de decisiones que de otra forma no se habrían realizado. También benefició al expresidente de la patronal, Modesto Crespo, cuya gestión al frente de Coepa le aupó a la CAM. Fempa, finalmente, esgrime que la organización continúa sin ser transparente.

Los críticos dicen que los datos reales habrían evitado algunas decisiones

Cepyme, por su parte, votó en contra porque considera que ha habido una mala gestión y una ocultación de las pérdidas. Pero su presidente, Cristóbal Navarro, explicó también que su voto obedeció a su disconformidad con una deuda de más de 30.000 euros que cada año se le atribuye a la patronal de pymes con Coepa.

La intervención de Navarro ante la asamblea acabó provocando una defensa cerrada de la gestión de Modesto Crespo por parte del presidente de Coepa. Tras la reunión, Jiménez, visiblemente molesto, criticó con una dureza inédita la actitud de Fempa y de Cepyme. “La imagen que proyectan Fempa y Cepyme es realmente lamentable”, censuró Jiménez, que a renglón seguido defendió que hay temas económicos urgentes que atender en vez de estar “ocupados” en “cosas que no entiende nadie”. Jiménez abrió la mano a algún error pero le restó importancia. “Uno en la gestión se puede equivocar, pero de eso a que haya aspectos ocultos desde el punto de vista económico...”.

Coepa estudia alquilar su centro de oficios y su sede central

Jiménez también habló de la acuciante situación económica de la patronal. “El tiempo apremia muchísimo”, dijo gráficamente el presidente en relación con el Centro de Oficios. La patronal estudia alquilar las instalaciones después de que la Diputación de Alicante descartara aceptar la gestión de la mitad del centro como proponían los empresarios. La sede central, de Ruperto Chapí, cerrada la semana pasada, también se intenta alquilar para esquivar su venta. Esta semana la patronal mantendrá diversas reuniones para intentar aguantar a falta de los pagos del Consell. Una de ellas será con el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF). En estos momentos, agregó, “las cuestiones se analizan de semana en semana”.