Cacerolada y acto religioso en Sol
"Si Dios existe que pague la deuda”, gritan unas 300 personas mientras se celebraba el Corpus
Un hecho paradójico se ha dado esta tarde en la Puerta del Sol de forma simultánea. Mientras el cardenal Antonio María Rouco Varela oficiaba un acto ecuarístico con motivo del Corpus Christi, unas 300 personas protagonizaban una cacerolada a menos de 100 metros. Un fuerte dispositivo policial, con doble barrera de agentes antidisturbios, ha impedido que se produjera cualquier altercado, pero no ha impedido que durante el himno nacional los manifestantes protagonizaran una sonora pitada.
El acto, que consistía en una procesión desde la catedral de La Almudena hasta el kilómetro cero, y que se llama adoración eucarística, ha sido seguido por unas 300 o 400 personas, entre las que no han faltado mujeres con mantilla y peineta.
Y justo en la salida de la estación de Cercanías se han concentrado unas 300 personas que no han parado de hacer sonar todo tipo de artilugios metálicos y que protestaban por la deuda y por la situación de crisis. También han mantenido cánticos contra la Iglesia: “Si Dios existe que pague la deuda”. También han coreado lemas como “No debemos nada, no pagamos nada”. En todo momento han estado mirando hacia el altar situado en la entrada de la sede del Gobierno regional, en la Casa de Correos.
Los antidisturbios que han estado con los chalecos antitrauma colocados, han mantenido una doble línea para evitar cualquier altercado. Alrededor de las diez de la noche ha concluido el acto religioso y las imágenes han regresado a la catedral. Los concentrados han seguido haciendo sonar sus artilugios. También han dado un sonoro aplauso cuando los agentes se han retirado en sus furgonetas.
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