Iberoamérica se suma a Cádiz en Danza

La primera cita es con un vampiro. Pero no busca sangre sino admiración. Una coreografía basada en el personaje de Bram Stoker, Drácula, un vampiro del siglo XXI, abre el festival Cádiz en Danza. A los habituales espectáculos seleccionados de lo mejor del heterogéneo panorama internacional, este año volcado en lo iberoamericano, se sumará el encuentro profesional MOV-S, que unirá a más de 200 especialistas para analizar el presente y el futuro del baile.

 Cádiz en Danza cumple 11 años y el MOV-S, cuatro. Es un encuentro internacional de baile y artes del movimiento, que reúne a profesionales, colectivos y organizaciones. Es un espacio para la reflexión, el debate y la construcción de nuevas ideas. Esta cuarta edición se va a centrar en el contexto iberoamericano bajo el optimista título Acuerdos posibles. “Buscamos un conocimiento mutuo y estrategias de colaboración”, resume su directora, Natalia Balseiro. La organización prevé reunir a 200 coreógrafos, bailarines y gestores culturales. Su programación contempla tres mesas de trabajo: Sostenibilidad de las prácticas artísticas; Movilidad y visibilidad, y Colaboración público-privada. Serán llamadas a la reflexión desde el realismo del difícil momento pero con proyección de que hay un futuro para la danza. La cita ha sido posible gracias a la colaboración del Mercat de les Flors de Barcelona y el Ayuntamiento de Cádiz.

El encuentro se organiza en el contexto de Cádiz en Danza. De hecho, el MOV-S da continuidad a la programación de espectáculos de esta cita con el baile en la capital gaditana. La organización siempre pretende seleccionar diferentes tendencias internacionales. Este año hay 10 países invitados, siete de ellos americanos. No en vano Cádiz está celebrando su capitalidad iberoamericana de la cultura. Llegarán compañías de Brasil, Ecuador, República Dominicana, Cuba, México, Chile, Uruguay, Portugal, España y Alemania. En total, serán 48 funciones de 35 espectáculos en más de 20 espacios de la ciudad.

Y todo arranca con mirada vampiro. La compañía portuguesa Vértice Dance abre la programación con Drácula, revisión del clásico de Stoker. La coreografía juega con el espectador, al que se presupone conocedor del personaje, para saltar en el tiempo y jugar a los contrastes entre la muerte y la vida. En escena trabajan 12 bailarines. La música es de Woiciech Kilar, el mismo que compuso la banda sonora de la personal versión cinematográfica de Coppola.

Hasta el 17 de junio pasarán por Cádiz Prodanco, de la República Dominicana, con su coreografía Sed. Llegarán también las creaciones de Cristian Duarte, de Brasil; Claudia Vicuña, de Chile, o Tumaka't, de México. Entre los españoles estarán los catalanes Mal Pelo y La Veronal, y el flamenco del sevillano Israel Galván.