Hallado en un vertedero el cadáver del niño desaparecido en Valencia

El cuerpo de Johan David, el niño de tres años desaparecido el martes pasado en Valencia, fue hallado sin vida ayer por la tarde en el vertedero de la localidad de Dos Aguas. La policía llevaba desde la madrugada del viernes rastreando entre más de 300 toneladas de basura después de que Pura M. y Vanessa R. —dos amigas de la madre, Lohammy Castro— declararan haberlo tirado a un contenedor. Todas ellas son de origen boliviano. Las dos acusadas ingresaron el domingo en prisión provisional comunicada sin fianza, según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, y están imputadas por homicidio y simulación de delito. El cuerpo del menor fue trasladado a Medicina Legal para practicarle la autopsia que determinará las causas de la muerte.

El caso comenzó a investigarse la semana pasada, cuando su madre, que vivía en París desde hacía cinco meses, recibió la llamada de sus dos amigas —una de ellas desde los 10 años— para informarle de que el niño había sido “golpeado y llevado” por un policía mientras paseaban. Johammy, que les había fiado al menor para trabajar limpiando pisos, cuidando niños o “lo que podía”, según cuenta su hermano Jonhatan, volvió a Valencia esa misma madrugada. Al día siguiente ambas le ayudaron a colocar “muchos” carteles por la zona donde reside, “viviendo junto a ella su sufrimiento”.

El sábado por la tarde, sin embargo, Pura y Vanessa testificaron en el juzgado de instrucción número 17 de Valencia y cambiaron la versión de los hechos. Entonces confesaron que el menor había fallecido en un accidente doméstico y lo habían tirado en un contenedor. El domingo por la tarde se encontraron restos de sangre en la ropa del menor.

La madre, “quebrantada y con ataques de ansiedad” aún reconocía tener esperanzas de encontrar vivo a Johan David, a pesar de que —antes de confirmarse los malos augurios— la policía le comunicó a sus familiares que había un 97% de probabilidades de encontrarlo sin vida y que se fueran “haciendo a la idea”.

Lohammy aún se preguntaba ayer por la mañana por qué sus dos amigas no habían avisado a la policía si, según apuntan, se trataba de un accidente. Poco antes del hallazgo, los familiares estaban buscando un abogado para que llevase el caso. Según el hermano de la madre, las amigas había sido asesoradas durante todo el tiempo e incluso gozaban de "seguridad en el caso de posible agresión de un familiar" mientras ellos estaban indefensos y sin saber qué acciones emprender. Los vecinos se mostraron muy sorprendidos por lo ocurrido y relataron que las dos acusadas “le cuidaban como si fuera suyo”.