Suspenden por hoy la búsqueda del cadáver de un niño en el vertedero

Las labores de búsqueda del cadáver de Johan David, un niño de tres años, en el vertedero de Dos Aguas (Valencia) han quedado suspendidas sobre las siete de esta tarde, debido a que está lloviendo en la zona, y se reanudarán mañana por la mañana, según han informado fuentes de la Policía Nacional.Un operativo de 20 policías, con trajes especiales y dotados de mascarillas, ayudados por dos máquinas excavadoras y la labor de cuatro perros ya  han rastreado  unas doscientas toneladas de basura, sin que hasta el momento se haya encontrado el cadáver de niño, que supuestamente fue arrojado a un contenedor en Valencia.

En las labores participan miembros de la Policía Científica, perros de la Unidad canina llegados desde Madrid especializados en la búsqueda de cadáveres, así como bomberos y voluntarios de Protección Civil con perros. El rastreo del vertedero de Dos Aguas, que se efectúa por paquetes en cada uno de los cuales hay entre una tonelada y tonelada y media de basura, se retomará mañana domingo a partir de las nueve.

La desaparición del menor fue denunciada por su madre, de origen boliviano, el pasado miércoles, después de sospechar que le había ocurrido algo mientras estaba bajo el cuidado de dos amigas suyas, también de la misma nacionalidad, que se encuentran ahora detenidas. La búsqueda comenzó la pasada madrugada en el vertedero de Quart de Poblet, municipio del área metropolitana de Valencia en el que se compacta la basura, y posteriormente se trasladó al de Dos Aguas, en el interior de la provincia, al que se llegan los residuos en forma de balas. Agentes de la Policía Científica y de la Guardia Civil, apoyados por operarios de la planta, técnicos municipales, ingenieros y bomberos, prosiguen lentamente y rebuscando entre kilos de residuos con ayuda de perros y excavadoras. Según han advertido fuentes policiales, las tareas de búsqueda podrían prolongarse durante "varios días" debido a su dificultad.

Detenidas dos amigas

Una patrulla de agentes se personó en el domicilio de las dos mujeres, compatriotas de la madre, de nacionalidad boliviana, que se que habían quedado encargadas del pequeño mientras ella se encontraba fuera de la ciudad. Ambas contaron que el menor había sido secuestrado mientras paseaban por el barrio valenciano de Patraix por un hombre que se había hecho pasar por policía. Ante la inconsistencia del relato, y en una segunda declaración, al parecer una de ellas admitió que el niño había fallecido accidentalmente y que habían dejado el cuerpo en un contenedor de basura de la capital valenciana.