La Junta tampoco garantiza que el metro de Málaga se abra en febrero

El calendario de la apertura del metro de Málaga vuelve a estar en revisión. La nueva consejera de Fomento y Vivienda, Elena Cortés, reconoció ayer que, pese a tener un carácter prioritario, las obras se ven afectadas por los recortes presupuestarios, y pueden no estar culminadas en febrero de 2013, para cuando está prevista la apertura parcial de las líneas 1 y 2. “Esa es la última fecha que se ha dado, pero tenemos que ver si podrá cumplirse o no. Yo ahora no lo sé”, afirmó la consejera de IU en una entrevista en la Cadena SER en la que persistió en su prudencia. “No voy a prometer nada que no tenga una expectativa razonable de cumplir”, enfatizó, y fijó su compromiso en “mucho trabajo, diálogo, lealtad y participación para que el metro funcione lo antes posible”.

El anuncio de la consejera constituye una gran sorpresa y sitúa de nuevo el metro de Málaga en primera línea de la polémica política, justo en una semana en la que los comerciantes y vecinos de Callejones del Perchel se han movilizado en protesta por el excesivo tiempo que lleva cortada esta calle, más de dos años, cuando inicialmente iba a ser poco más de uno. El pasado jueves, el pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad una moción instando a la Junta a convocar una reunión de la comisión mixta de seguimiento para conocer el calendario. El equipo de Gobierno municipal ha llegado a plantear que si las obras van a seguir paralizadas en El Perchel, se tapen las zanjas y se vuelve a abrir la calle al tráfico.

Pero lo que nadie cuestionaba hasta ahora es que las líneas 1 y 2 hasta le estación María Zambrano pudieran entrar en funcionamiento en febrero de 2013, dado lo avanzado de las mismas, especialmente la 2, que va hasta el Palacio de los Deportes Martín Carpena, que está prácticamente concluida a falta de remates hasta el punto de que podría entrar en funcionamiento si fuera preciso en verano —este tramo iba a abrirse en noviembre de 2011 pero se pospuso por considerar que no era rentable por si solo—. La línea 1 va algo más ajustada de tiempo en algunos tramos, pero el ritmo de trabajo es bueno y apenas se ha resentido porque se realiza con disposiciones del crédito facilitado por el Banco Europeo de Inversiones. Para concluir estas obras la Junta no necesita más de 30 millones de euros. Las fuentes de la concesionaria consultadas admitieron su sorpresa por el anuncio de la consejera. Justamente en febrero comienza además el periodo en el que la concesionaria debe devolver al BEI el crédito de 325 millones de euros concedido para financiar el proyecto, por lo que, en caso de no estar en funcionamiento y no tener por lo tanto ingresos, obligaría a la Junta a aportar el dinero necesario para hacer frente a las obligaciones de pago.

Lo que si va con más lentitud y está casi paralizado es el tramo desde la estación María Zambrano hasta Guadalmedina, unos 700 metros que atraviesan El Perchel, que la Junta rescató a la concesionaria y ejecuta con los presupuestos de la consejería, y que se retrasaron, además, por la aparición de yacimientos arqueológicos. Este tramo, que sí parece que no podría estar en febrero si no es con un incremento notable de sus ritmos, tiene un valor estratégico para la rentabilidad del metro, pues aunque no es muy largo, supone llevar el suburbano hasta el mismo centro, a comienzo de La Alameda, con unas perspectivas de uso de 15 millones de viajeros anuales. Si se queda en la estación María Zambrano, la demanda baja espectacularmente, hasta ocho millones.

Cortés recordó que en estos momentos su departamento tienen en revisión todas las obras públicas que se encuentran en ejecución en Andalucía para redistribuir los recursos disponibles tras los últimos ajustes realizados a los presupuestos autonómicos, y anunció que en los “próximos días o semanas” podrá dar un calendario con la nueva programación de las distintas actuaciones. “Todavía no tenemos claro qué retrasos podemos ir acumulando y no me voy a aventurar a dar fechas, estamos trabajando duro para resolver, teniendo en cuenta que el metro de Málaga es una prioridad de esta consejería y que las líneas 1 y 2 estén lo antes posible en funcionamiento”.

Ese calendario debe fijar cuando se abre la U que forman las líneas 1 y 2 desde sus extremos hasta la estación María Zambrano, y como se financia y en que calendario las obras paralizadas hasta Guadalmedina, que necesitan de unos 40 millones de euros.