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“Dejen de investigar, hay vidas en juego”

El presunto autor del triple crimen del Eixample urdió una trama para llevar a los Mossos hasta un falso sicario

Àlex Cuartero, el presunto autor del crimen del Eixample de Barcelona, orquestó una trama algo burda para desviar la atención y llevar a los Mossos d’Esquadra hacia un falso sicario. El hombre, que permanece en prisión provisional por el triple asesinato del pasado mes de enero, envió al juzgado una carta en la que alertaba de que las pesquisas debían frenarse. “Dejen de investigar, hay vidas en juego”, escribió en la nota anónima. En su declaración posterior ante el juez, Cuartero admitió que envió ese documento, que está plagado de expresiones propias de Sudamérica.

Tras detenerle, los Mossos registraron su piso y hallaron otras cartas escritas en su ordenador. El objetivo de Cuartero era implicar en el crimen a su expareja, Mónica C., hija del matrimonio de ancianos octogenarios y tía de la menor de 16 años asesinados. Ese falso sicario le exigía a la mujer el pago de los presuntos servicios prestados.

El hombre pretendió que la policía creyera que las cartas habían sido redactadas por un sicario mexicano. La misiva contenía varios mensajes de texto que había recibido Mónica y que trataban de implicarla en los asesinatos. “Rubia, el bonus era por dos y salieron tres. Nos debes guita. Pásate por donde sabes y cerramos business. Hazlo y te damos llave del piso”, rezaba uno de ellos. La policía sospecha que también los envió Cuartero.

Entre otras cosas, se basan en algunos errores que cometió. Por ejemplo, usar la ‘i’ latina del catalán para la conjunción, en lugar de la ‘y’ castellana, detallaron fuentes policiales.

Poco antes de cometer el crimen, el 27 de enero, el hombre realizó una serie de búsquedas en Internet: “sicarios”, “vudú”, “magia negra”, “cómo enviar mensajes sin dejar rastro” e incluso sobre los jueces de instrucción de Barcelona, según consta en el informe policial

Este viernes se celebró una nueva vista del caso en el que se dio traslado al imputado de los delitos que se le atribuyen: tres asesinatos con alevosía y ensañamiento y un robo con violencia, ya que se llevó diversos objetos —un teléfono, un ordenador y un iPad— de la casa donde asesinó, presuntamente, a sus víctimas.

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La defensa pidió el sobreseimiento de la causa. Esgrime que hasta el momento no hay ninguna prueba definitiva (todavía no están listos los análisis de los restos biológicos que se hallaron en el piso). La acusación particular, que ejerce la exnovia del acusado, pide que se le impute también un delito de violencia de género, detalló el letrado Andrés Maluenda, del despacho Molins & Silva.

El móvil del crimen y el arma empleada son dos de las grandes incógnitas del caso. Cuartero vivía una locura de amor por Mónica, con la que había roto hacía meses. Él sigue negando su implicación los tres brutales asesinatos.

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