El bodegón, un género revisitado

El hedonismo que marcó, a finales de la década de los noventa, los primeros pasos artísticos de Miki Leal (Sevilla, 1974) se ha consolidado en su obra dando paso a paisajes urbanos plagados de misterio. Apuntes visuales que bien podrían ser el guión de una película, pero sin perder la frescura y ese tono gozoso tan característico de sus primeros paraísos artificiales. Y es, precisamente, eso, un thriller americano, lo que viene a la mente del espectador al contemplar Miki’s Paper. Bodegones y paisajes musicales, la muestra que inaugurará el jueves en la Galería Rafael Ortiz de Sevilla.

 Miki Leal, que está forjándose una carrera internacional, se planteó esta muestra tras su paso por Los Ángeles —donde el año pasado expuso junto a Abraham Lacalle en la Galería Track 16 de Santa Mónica— y las obras que presenta ahora en Sevilla están descaradamente influenciadas por la estética playera californiana. “Mi intención ha sido revisar el género del bodegón. Hacer una naturaleza muerta con un sentido más actualizado y, como andaba por Los Ángeles cuando me lo estaba planteando, me han salido cosas llenas de referencias norteamericanas”, explicó el artista, con obra en los principales centros de arte contemporáneo de España como Reina Sofía (Madrid), CAAC (Sevilla), Musac (León), Patio Herreriano (Valladolid) o Artium (Vitoria).

El sueño de Los Pencales, un gran papel (152 x 218 centímetros) realizado con acuarela y acrílico como casi toda su producción, es la estrella de la exposición. “Este paisaje es la referencia a un sitio placentero en el que me lo pasé muy bien durante mi infancia, pero tiene una visión californiana. Además, sobre esas dos referencias concretas hay algo esotérico que a mi se me escapa. Simplemente, me hacía falta algo negro que rompiera y lo coloqué”, se sincera el artista, quien, junto a Juan del Junco y Fer Clemente, creó en 1999 la Richard Channin Foundation, un equipo que reivindicaba lo que ellos denominaron, entre bromas y veras, “arte chano”.

El artista sevillano revisa su vida en una serie de 21 dibujos a tinta china

En la muestra pueden verse otras 13 obras, cuatro de ellas también de gran formato, y la serie La vida de un artista, con 21 pequeños dibujos a tinta china. “Es un recorrido de mi vida desde la infancia, pero lo que priman son las sensaciones. No es un relato cronológico, sino pinceladas de mi infancia y de la gente que me ha influido. Aparecen la casa de Los Pencales, en Coria del Río (Sevilla), donde pasé parte de mi infancia, el compositor Berry Golson, Jackson Pollock en plena faena, un apunte de una casa de Le Corbusier, un artista saltando un abismo... un rollo intimista”, comenta Miki Leal ante sus dibujos, que, como el resto de la muestra, están realizados en 2012.

Y es que cualquier obra de Leal, quien este año comenzará a trabajar con nuevas galerías extranjeras en Berlín y Zúrich —además de continuar con sus colaboraciones con la galería de Los Ángeles y la de Alessandro Seno en Milán—, es como una historia inacabada. En La huida, uno de los grandes papeles que se presenta sin enmarcar, clavado en la pared, Leal se autorretrata “en un cambio de tercio”, aunque la pintura apenas muestra su brazo que sostiene un humeante cigarro mientras que, al otro lado, un hatillo parece instar al protagonista a emprender camino. “Aguantar con la pintura es complicado, siempre estás expuesto, y llega un momento en que te planteas cambiar. Un momento como el actual en el que estoy ya trabajando con cerámica”, adelanta Miki Leal, quien en septiembre inaugurará un nuevo espacio de Dan Benveniste en Madrid con una serie inspirada en carteles de surf y cuyo antecedente es la pieza Santa Mónica. Bodegón que puede verse en Sevilla. Su particular versión del carpe diem barroco.