Hacienda carece de dinero para las infraestructuras de Gipuzkoa

“A mí no me salen las cuentas”. La diputada de Hacienda en Gipuzkoa, Helena Franco, de Bildu, afirmó ayer que algunos proyectos deberán quedar “aplazados” porque la caída continuada de la recaudación fiscal —hasta abril se ingresó un 9,9% menos por esta vía— hace imposible abordar inversiones como el metro, la incineradora o el puerto exterior, por las que reiteradamente han apostado las Juntas Generales.

En una comparecencia ante la Comisión de Hacienda de la Cámara provincial, Franco apoyó una subida de impuestos “a los que más tienen”, porque los recursos que se obtienen actualmente no alcanzan para garantizar la prestación de los servicios públicos. A finales del año pasado, Gipuzkoa ya aprobó un aumento de la presión fiscal en el IRPF y recuperó el Impuesto de Patrimonio gracias al apoyo que Bildu obtuvo de los socialistas. Sin embargo, la diputada consideró que aquello no fue suficiente: “A algunos les debemos pedir un pequeño esfuerzo más”, por lo que planteó medidas como un incremento de la fiscalidad sobre las segundas viviendas, no solo para las vacías, y reducir algunas exenciones en el Impuesto de Actividades Económicas.

En línea con lo que viene defendiendo Bildu, la diputada se mostró partidaria de subir la recaudación a través de una reforma del Impuesto de Sociedades, que grava los beneficios de las empresas, y con la creación de un nuevo impuesto especial sobre la riqueza.

En la situación actual de descenso de los ingresos fiscales, Franco aseguró que la Diputación deberá realizar más recortes para lograr equilibrar el presupuesto, sin descartar la posibilidad de recurrir a la deuda, aunque uso como pega el alto nivel de endeudamiento que arrastra la institución foral. Los partidos de la oposición le reclamaron que el Ejecutivo provincial tiene que hacer una apuesta más decidida por las inversiones y las medidas para incentivar la economía.

Por otra parte, el Tribunal Vasco de Cuentas Públicas amonesta en su informe de fiscalización a la Diputación de Bizkaia porque el endeudamiento del sector público foral creció un 30,7% en 2010. En concreto, la deuda pasó de 1.573,8 millones de euros al cierre de 2009 a los 2.057,2 millones de euros al cierre del pasado ejercicio.

Sobre la situación financiera de la Diputación, el tribunal concluye que los ingresos corrientes se incrementaron y los gastos no crecieron al ritmo del ejercicio anterior, por lo que el resultado corriente subió. Sin embargo, ello no fue suficiente para hacer frente a la ejecución neta de ingresos de operaciones de capital, por lo que la Diputación recurrió al endeudamiento.