“Al recortar no son indiferentes las prioridades de cada fuerza política”

Francisco Jorquera (Ferrol, 1961), portavoz del BNG en el Congreso, será candidato a la Xunta de una organización que acaba de sufrir dos significativas escisiones. Sobre la polémica encuesta del CIS, según la que un 82% de los preguntados desconocía su persona, contextualiza con cierta ironía: “Se preguntó en todo el Estado. De 350 diputados, el Bloque tiene 2. Y Galicia es el 6% de la población del Estado. Me conoce el 18%. No está mal”.

Pregunta. ¿La oposición tiene posibilidades de ganar las próximas elecciones?

Respuesta. Se palpa en la sociedad un malestar muy creciente con las políticas del PP, en el Estado y en Galicia. Por ejemplo, estamos hablando con todos los sectores sociales para explicar nuestra propuesta de banca pública gallega. Colectivos antes identificados con el PP tienen un descontento muy grande. Feijóo va a concurrir a las elecciones con un gran problema, no tiene balance de gestión que presentar. El cambio político no solo es posible, sino imprescindible. Es imprescindible cambiar las políticas para salir de la crisis y no poner en peligro las políticas sociales. Los recortes están precarizando los servicios públicos. Es necesario el iniciar la reconstrucción de este país. El PP deja como herencia un país deshecho.

P. ¿Que ha sido lo mejor del Gobierno de Feijóo?

R. Si me permite una broma, pasa lo mismo que una vez que mi hija pequeña me preguntó “papá, ¿para qué sirve el Senado?”. No pude evitar un silencio de dos minutos... Me gusta ser ponderado, pero sinceramente no se me ocurre absolutamente nada en lo que se pueda decir que el Gobierno de Feijóo realizó una aportación positiva.

P. ¿Qué margen hay, desde la Xunta, para contrarrestar una crisis como esta?

R. Estamos ante un escenario muy preocupante. Los poderes públicos se someten a los dictados de los poderes financieros. Es necesario avanzar hacia un cambio de marco y estar en el gobierno es una herramienta para hacer posibles cambios que respondan a las necesidades de la mayoría social. Limitándonos al ámbito de la Xunta, hay que tener claras las prioridades. Para el BNG, las políticas públicas deben contribuir a la reactivación económica y proteger los servicios públicos y la igualdad de oportunidades. Y es importante tener firmeza frente a instancias que impongan políticas lesivas para Galicia. Feijóo no lo está haciendo. Galicia está perdiendo el poco sistema financiero que queda con la anuencia de Feijóo. Y el Gobierno central transfiere los objetivos de déficit a las comunidades, también con la anuencia de Feijóo.

P. Pero hay fuerzas políticas, como Izquierda Unida en Andalucía, que llegaron al poder con un discurso de oposición a los recortes y ahora invocan el imperativo legal para aplicarlos.

R. Incluso en ese caso, a la hora de recortar no son indiferentes las prioridades de cada fuerza política, las prioridades en las políticas de ingresos y en las de gastos. Feijóo no nos puede convencer de que los recortes son inexorables cuando, al mismo tiempo, crecen los conciertos con la enseñanza y la sanidad privadas. El BNG, además, defiende una reforma fiscal que combata el fraude y demande un mayor esfuerzo a las rentas altas. Y la Xunta no se opuso al sistema de financiación autonómico, que es insuficiente para costear las políticas públicas transferidas.

P. Si el Bloque, en el Gobierno, tuviera que establecer esas prioridades en los recortes, ¿cómo lo haría?

R. Acabo de citar unos ejemplos.

P. Pero aparte de la reforma fiscal, ¿dónde recortaría en el apartado de gastos?

R. Paralización total de la Cidade da Cultura, revisión drástica de los conciertos con la enseñanza y la sanidad privada, ejercer las competencias autonómicas para reducir al mínimo las diputaciones provinciales... Son algunos ejemplos.

P. Parece difícil que el PP pierda el Gobierno si ustedes no se entienden con los socialistas. ¿Cómo debe ser esa relación?

R. En política hay que diferenciar etapas. Van a celebrarse elecciones y cada fuerza debe explicar a la sociedad sus propuestas. El BNG va a concurrir con sus propias propuestas y con el objetivo de alcanzar apoyos suficientes para que se materialicen. Si el PP pierde la mayoría absoluta y el escenario requiere el entendimiento de más de una fuerza, habrá que entablar un diálogo, pero con el programa por delante.

P. ¿No temen que les pasen factura los pactos con el PSOE, el partido que comenzó con los recortes que luego el PP radicalizó?

R. El BNG ha sido muy crítico con la orientación de las políticas públicas del PSOE desde el comienzo de la crisis. El Bloque pasó de llegar a acuerdos con los socialistas a ejercer una labor de oposición contundente. Y esa labor contribuyó a modificar algunas actitudes del PSOE, por ejemplo en el caso de las diputaciones o con la necesidad de un impuesto sobre las grandes fortunas. Podría citar muchos ejemplos. Que haya un acuerdo entre PSdeG y BNG va a depender de la coincidencia programática. Valoramos positivamente que los socialistas hayan reflexionado sobre la desorientación de sus políticas públicas frente a la crisis y que hayan introducido cierta rectificación.

P. ¿Por qué decidió optar a encabezar el BNG?

R. Por compromiso y lealtad con mi organización. Muchos compañeros me lo pidieron porque entendían que mi aportación podía ser positiva. Me postulé y la Asemblea Nacional valoró que yo era el candidato idóneo. Me siento enormemente honrado por esa confianza que los militantes depositan en mí.

P. ¿Y qué aporta Jorquera como candidato?

R. Me causa pudor juzgarme a mí mismo. Y en política siempre he creído en los proyectos colectivos. No debo de ser yo quien hable de mis presuntas cualidades. Dicho esto, casi nadie en la política gallega se atreve a negar que mi trabajo en las Cortes ha sido ímprobo, riguroso y honesto, y nadie se atreve a afirmar que tengo convicciones firmes y capacidad de diálogo.

P. ¿No es una difícil ser candidato y no estar en el Parlamento de Galicia?

R. No discuto que sea una dificultad de partida, pero en absoluto decisiva. Si fuese inexcusable ser diputado para ser candidato, nunca introduciríamos elementos de renovación. Como portavoz del BNG en el Congreso, también me permite atender a muchos problemas y necesidades reales de la sociedad gallega condicionadas por las decisiones en Madrid.

P. ¿Cuándo dejará el escaño del Congreso?

R. Tras hablarlo con la organización —porque el escaño no es una propiedad particular—, dimitiré cuando se convoquen las elecciones.

P. ¿Qué fecha prefiere el Bloque para ir a votar?

R. El BNG está preparado se celebren cuando se celebren, en otoño o al final de la legislatura. Galicia necesita un cambio político real y cuanto antes se produzca, mejor.

P. ¿Hay espacio para otra fuerza nacionalista?

R. Desde mi punto de vista, no. Pero en política, el tiempo da o quita razones.

P. ¿Ni siquiera para un nacionalismo de derechas?

R. No lo sé. De lo que sí estoy convencido es de que el papel de los nacionalistas de izquierda no puede ser crear ese nacionalismo de derechas. Yo agradecería mucho que en Galicia la derecha pensase en clave de país, que hiciese una reflexión sobre que las políticas del PP son lesivas para Galicia como país y no responden ni siquiera a la pequeña y mediana empresa. Todo lo que contribuya a centrar la política en Galicia es saludable. Pero es una reflexión que le corresponde hacer a la izquierda.

P. La pasada semana, Máis Galiza, la principal escisión del Bloque, y otros dos grupos tildaban al BNG de “antisistema”.

R. No quiero entrar a comentar las posiciones de otros colectivos, porque el BNG tiene claro que está en política para ser una herramienta útil para la sociedad gallega y se preconiza como alternativa al PP. Dicho esto, sin profundizar más, yo veo que están entablando diálogo con fuerzas como la FPG o Causa Galiza. Me sorprende que, así, califiquen al BNG como antisistema.