Pistas para una ruta emocional

"No solo estamos ante una crisis. Estamos recomponiendo la sociedad", avisa Elsa Punset. La escritora y divulgadora científica, hija del pensador Eduard Punset, ha presentado esta tarde Una mochila para el universo, un libro "muy práctico" que traza 21 rutas "para vivir con nuestras emociones".

"Así como el siglo XX ha sido el del bienestar físico, el XXI lo será del bienestar social", explica ante su última obra, un compendio de interrogantes (producto de sus apariciones en diferentes medios como la radio, televisión o revistas, según indica) que tratan de mostrar "los grandes mecanismos del cerebro". ¿Y cuáles son? Pues, entre otros muchos, los afectos humanos, las emociones negativas, las estrategias de comunicación o los códigos para transformar tu vida.

Elsa Punset desentraña minuciosamente cada uno de estos apartados tratando de "generar debate" y tratar de demostrar que nuestra felicidad depende, en su mayor parte, de la actitud: "Hay que aprender a gestionar los canales de negatividad y no sobrecargarse de preocupaciones que no sirven de nada", explica, "porque aparte de todos los problemas que nos pueda causar, es un estadio que bloquea la creatividad".

"La ciudadanía no sabe el poder que tiene en sus manos", dice la autora

Esta licenciada en Filosofía y Letras apela, desde la primera página, por aprender a vivir en el presente. Lo que señala como "la atención plena" es la capacidad de filtrar lo negativo y, excluyendo las connotaciones religiosas, meditar sobre nuestras vidas: "Hemos conseguido prever el futuro y recordar el pasado, y eso es muy estresante", comenta.

En un mundo "que vive muy deprisa" y quiere dar rápidamente respuesta a todo, la escritora aboga por la empatía -la "capacidad de ponernos en la piel del otro"- y otros valores como la generosidad que, según dice, se han ido ganando poco a poco: "Antes solo se empatizaba con alguien de la misma tribu. Ahora vemos cómo lo hacemos con gente de distintos lugares, de diferentes etnias... el último círculo será lograrlo con otras especies".

Entre estos senderos, mostrados de forma sencilla y casi matemática, incluye la capacidad de "cambiar desde el entendimiento": "Las nuevas tecnologías enseñan cómo se puede vivir, y eso está fuera de toda política", detalla, "y facilita crear redes de personas que pongan soluciones reales a problemas comunitarios", añade.Lo que estas pistas emocionales nos muestran, en definitiva, no son más que pequeñas alternativas para lograr una mayor satisfacción personal y dotarnos de consciencia para afrontar el futuro: "El ser humano y la ciudadanía no saben el poder que tienen en sus manos", sentencia.