Desalojada en Alicante la planta 11 de un edificio por un incendio

Los bomberos de Alicante han desalojado a los inquilinos de la planta once del edifico Riscal, situado en el centro de la ciudad, a causa de un incendio, ya extinguido, originado en la cocina de una de las viviendas del inmueble, si bien no se han registrado daños personales, según ha informado este jueves en un comunicado la Concejalía de Seguridad Ciudadana.

El humo provocado por el fuego, que se inició sobre las 23.00 horas de este miércoles al prender una sartén en la cocina de uno de los domicilios del bloque, se extendió desde la planta once, en la que se ubica el piso siniestrado, hasta el nivel dieciocho, lo que provocó que otros vecinos abandonaran el edificio por iniciativa propia, por lo que los efectivos del Servicio de Prevención, Extinción de Incendios y Salvamento (Speis) ventilaron las estancias afectadas con grupos de presión positiva.

Los bomberos fueron avisados por un vecino del edificio apartahotel Riscal, situado en la calle Poeta Vila y Blanco, que alertó de la salida de humo desde el piso siniestrado hasta los pasillos de la planta en que se encontraba situado. Así, se desplazaron hasta el lugar de los hechos tres vehículos con 19 bomberos, y otras tantas patrullas de la Policía Local que ayudaron a tomar las medidas de seguridad pertinentes, coordinar la emergencia y regular el tráfico para facilitar el trabajo a los bomberos.

Según el relato del Speis, las llamas comenzaron al prender una sartén en la cocina de una vivienda de la planta once, por lo que el fuego afectó a la parte superior de la estancia. Los bomberos accedieron por el interior a través de la puerta del inmueble, y en una primera intervención, con el visor térmico, se revisó toda la vivienda. Posteriormente se extinguió de inmediato el fuego, que se encontraba muy localizado en la cocina que quedó afectada.

Una vez sofocado el incendio, sobre las 00.30 horas, y una vez ventilado el edificio, los efectivos de salvamento permitieron el paso para que accedieran a sus viviendas por los ascensores a las personas que habían sido desalojadas o habían abandonado el inmueble por iniciativa propia.

Igualmente, durante la intervención, tuvieron que ser acordonados los dos lados de la vía pública que dan acceso al edificio, fueron controladas las puertas de acceso al hotel y deshabilitados los ascensores. Mientras se desarrollaban esas tareas, unos veinte clientes del edificio permanecieron en la recepción del Riscal.