Condenados a 38 años los dos acusados de descuartizar a una pareja en Abrera
La Audiencia destaca la "gravedad" del crimen por "lo gratuito de las muertes"
La Audiencia de Barcelona ha condenado a sendas penas de 38 años de cárcel a Héctor Ferrer y a su compañera sentimental, Susana Pérez, por matar al hermano de él y a su mujer, que esperaban un hija, y descuartizar sus cadáveres, para disfrutar en exclusiva del domicilio familiar en Abrera (Baix Llobregat). En la sentencia, la Audiencia se basa en el veredicto de culpabilidad que emitió el jurado popular y ha establecido que los condenados no podrán obtener el tercer grado hasta la mitad del tiempo máximo de condena, que fija en 25 años.
En el fallo, la Audiencia destaca la "gravedad" del crimen, "no solo por la brutalidad empleada, sino por lo gratuito de las muertes", por lo que advierte de la "elevada peligrosidad criminal" de los condenados y pide que sean sometidos a un "tratamiento penitenciario adecuado".
Según declara probado la sentencia, el crimen ocurrió entre el sábado 25 y el lunes 27 de julio de 2009 en la casa familiar de Abrera, cuando Héctor Ferrer, con la colaboración de su compañera, mató a navajazos a su hermano y posteriormente estranguló a su cuñada, que estaba embarazada de siete meses y medio de la que iba a ser la primera hija de la pareja.
Héctor Ferrer y su mujer vivían en una vivienda unifamiliar de Abrera propiedad de los padres del acusado, que les permitieron residir en el domicilio de forma permanente, aunque con frecuencia acudían los demás miembros de la familia para disfrutar de la casa y sus instalaciones.
Cuando el hermano de Héctor Ferrer y su compañera sentimental, de origen chino, se trasladaron a la vivienda, a principios de julio de 2009, los condenados idearon un plan para matarlos y poder disfrutar en exclusiva de la casa.
Según el fallo, pese a que ambos acusados presentan rasgos de personalidad patológicos, son "personas normales que saben lo que hacen y que distinguen absolutamente el bien del mal", por lo que no concurren circunstancias atenuantes por anomalía o alteración psíquica.
A la hora de fijar las penas, la Audiencia condena a 18 años de cárcel a cada uno de los dos acusados por matar al hermano de Héctor Ferrer, ya que les aplica a ambos la agravante de parentesco.
Por la muerte de la cuñada, la Audiencia impone 20 años de cárcel a cada uno de los acusados, por un delito de asesinato en concurso con un delito de aborto, ya que la mujer estaba embarazada.
La sentencia también condena a ambos acusados a indemnizar a los padres de su cuñada con 50.000 euros y a su hermana con 25.000 euros. Durante el juicio, tanto los dos acusados como el padre y la madre del acusado y del hijo asesinado guardaron silencio y se acogieron a su derecho a no testificar.
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