Calparsoro reclama nuevas fórmulas para controlar a los maltratadores
Una experta propone negar la patria potestad a los hombres que asesinen a sus parejas o exparejas
“La violencia [machista] cero es imposible o muy difícil de conseguir”, reconoció ayer el fiscal superior de Euskadi, Juan Calparsoro, pero hay margen para reducir los casos o al menos para evitar que las mujeres que denuncian sufran nuevas agresiones. Calparsoro señaló ayer, durante la primera jornada del Congreso Nacional de Violencia de Género que ha organizado en Bilbao la asociación Clara Campoamor, que es necesario encontrar “fórmulas” para lograr ese objetivo más allá de las opciones de control tradicionales: cárcel u orden de alejamiento.
Calparsoro, quien subrayó que las denuncias falsas son una clara “minoría”, planteó medidas para que los imputados por violencia sexista que no ingresan en prisión estén “más controlados”, con comparecencias diarias o creando una figura similar a la de un tutor. De su lado, la viceconsejera de Justicia, María Victoria Cinto, apostó por buscar soluciones “imaginativas” para las nuevas situaciones que se van creando.
En 2011 en Euskadi se quebrantaron 745 órdenes de alejamiento
Ambos expertos pusieron sobre la mesa de esta manera la necesidad de mayor control que la opinión pública también ha observado con la última muerte de una mujer en 2011, muerta a manos de su expareja pese a tener una orden de alejamiento contra él. En Euskadi se solicitaron el año pasado 953 órdenes. El 63% fueron aprobadas y se quebrantaron 745. El juez decano de Bilbao, Alfonso González Güija, restó importancia a los quebrantamientos de penas porque “no es un número tan importante como parece”. “¿Cuántos quebrantamientos tiene que haber para meter al agresor en prisión?”, cuestionó al término del debate uno de los hombres que acudió a las jornadas. La pregunta quedó en el aire. González Güija resaltó que en 2003 el 70% de las sentencias eran absolutorias; “ahora, la mayoría son delitos, no faltas como hace años, y el 60% de las sentencias son condenatorias”. Hemos pasado “de faltas absueltas a condenas por delitos”, sintetizó, dejando patentes los avances contra esta violencia.
"La custodia compartida la solicitan los dos extremos: los padres maravillosos y los maltratadores"
La primera jornada también giró en torno a los hijos de las maltratadas, menores que son en sí mismos víctimas de esta violencia. La profesora titular de Derecho Civil de la UNED Teresa San Segundo pidió que se suprima por ley la patria potestad de los hijos a los hombres que hayan matado a su pareja o expareja. En cuanto a la custodia compartida, alertó de que “la solicitan los dos extremos del arco: los padres maravillosos y los padres maltratadores”.
San Segundo recordó que algunos agresores utilizan a los hijos y el impago de las pensiones alimenticias para controlar a las maltratadas. Agregó que la legislación de divorcios dificulta que la Justicia proteja con sus sentencias a mujeres que no hayan interpuesto una denuncia.
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