El PP pone freno al pacto fiscal

Artur Mas, presidente de la Generalitat, lleva semanas reuniéndose con los líderes políticos para abordar el pacto fiscal y hoy le toca el turno a Alicia Sánchez-Camacho, la presidenta del Partido Popular. La cita llega por azar en el momento más inoportuno: horas antes de que se celebre el Consejo de Política Fiscal y Financiera, con la prima de riesgo ayer por las nubes y con Europa al borde de colapso. “Es un momento de emergencia nacional; está en juego el futuro de Europa”, dicen fuentes del PP para relativizar la trascendencia del pacto fiscal.

El Gobierno catalán quiere centrar la reunión en la financiación pero en ella se abordará el tercer plan de ajuste y la delicada situación de las arcas públicas. El programa incluye el recorte en empresas públicas y la supresión de subvenciones, que el PP exigía desde hace tiempo. Pese a ello, mostró su enojo por las críticas que dirigió Mas a Mariano Rajoy por centrifugar el déficit a las autonomías y dar lecciones cuando no se ha atrevido lo que la Generalitat: rebaje el sueldo a los funcionarios o ralentizar obras como el AVE. El PP también rechaza que se suban las tasas de la FP y se recorte la función pública.

El PP tiene la convicción de que ésta es la legislatura de lucha contra la crisis y sostiene que el pacto fiscal, en el que no cree, no es una solución milagrosa. Rajoy ya dijo que ahora serviría para repartir miseria. Con todo, está dispuesto a buscar puntos de encuentro con CiU para dar con un modelo coincidente. Y sabe que su papel es relevante porque asegura que un eventual acuerdo sobre financiación pasa necesariamente por él en su calidad de puente con el Gobierno de Rajoy. Su idea es un modelo en la LOFCA, más equilibrado y justo que respete la ordinalidad, incluyendo la solidaridad. No quiere la llave de la caja, la primera reivindicación de Mas. Pese a las diferencias, el PP catalán y el Ministerio de Hacienda van a constituir una comisión para estudiar y mejorar la financiación.