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Mas confía en el apoyo del PP para sacar adelante su tercer gran recorte

La Generalitat plantea nuevas tasas para evitar mayores recortes sociales

Artur Mas, la vicepresidenta Joana Ortega y el consejero Mas-Colell en el Parlament.
Artur Mas, la vicepresidenta Joana Ortega y el consejero Mas-Colell en el Parlament.MARCEL·LÍ SÀENZ

El tercer gran recorte que acomete Artur Mas en Cataluña llega en un momento especialmente complicado para el Gobierno catalán por la escasa fluidez que existe entre Convergència i Unió y el Partido Popular. Esta segunda formación es la única que ha apoyado los ajustes anteriores del Ejecutivo de CiU, pero ahora está molesta con la deriva soberanista de Artur Mas y sus continuos gestos hacia Esquerra Republicana. Con todo, Convergència i Unió confía en que, llegado el momento, el PP apoyará los recortes porque estos son consecuencia directa del nuevo objetivo de déficit fijado por el Gobierno y porque los consideran la evolución lógica de un presupuesto catalán que el PP contribuyó a aprobar.

Comparecencia en el Palau

Artur Mas informará este martes de los nuevos recortes que el Gobierno catalán ha adoptado para adaptar el Presupuesto de este año al objetivo de déficit del 1,5%. Mas comparecerá junto al consejero de Economía, Andreu Mas-Colell, según informó la Generalitat a través de una nota de prensa. El objetivo de las medidas que se conocerán es, según la nota, "adaptar el Presupuesto con el objetivo de preservar el Estado del bienestar y garantizar su futuro". El nuevo plan de ajuste catalán llega después que el Gobierno central aprobara por decreto una reducción de 10.000 millones en Sanidad y Educación, lo que ha obligado a las comunidades autónomas a rehacer sus cuentas. La Generalitat tiene que acudir el jueves al Consejo de Política Fiscal y Financiera con un plan de equilibrio que debe ser aprobado por el Gobierno. Se calcula que el Gobierno catalán debe recortar unos 1.500 millones de euros de gasto de aquí a final de año.

Pero los de Alicia Sánchez-Camacho no quieren ser una mera comparsa y quieren tener protagonismo en el proceso que hoy abrirá el Gobierno catalán. Están dispuestos a apoyar los nuevos recortes en sanidad y educación a cambio de que el Ejecutivo de CiU modifique a la baja partidas que tradicionalmente molestan al PP: “Hay mucho margen para recortar en el capítulo de las subvenciones a determinadas entidades y también en empresas públicas”, explican fuentes próximas a la presidenta regional del partido. El Gobierno prevé nuevos ahorros en estas áreas, de la misma forma que está estudiando nuevos ajustes en la Corporación Catalana de Medios de Comunicación. Con todo, el Gobierno de Artur Mas ha estudiado con más detalles todas las medidas de ahorro en Sanidad y Educación. De entrada, ha recalculado el ahorro que suponen las medidas que anunció en abril el Gobierno central en estos ámbitos. Inicialmente los cifró en poco más de 200 millones, pero esta cifra podría ser ahora más importante. En Educación el Gobierno ha analizado la posibilidad de instaurar nuevas tasas en ámbitos como los grados superiores de la formación profesional, informa Ivanna Vallespín.

De entrada, en el PP hay cierto malestar por el secretismo con el que la Generalitat ha llevado el nuevo recorte. Ayer por la tarde la dirección del partido todavía aseguraba desconocer los detalles del ajuste. Tampoco es de extrañar: los anteriores recortes los planificaron Artur Mas y el consejero de Economía, Andreu Mas-Colell a espaldas incluso de algunos de los consejeros implicados. De hecho, ni el grupo parlamentario de CiU conocía ayer los detalles del nuevo ajuste y todo eran cábalas acerca del alcance de las nuevas privatizaciones.

En cualquier caso, el recorte de esta semana servirá para encarrilar los pactos del Gobierno catalán para los próximos presupuestos, que se elaborarán en otoño. De esta forma, el anuncio de que posiblemente se recupere el impuesto de sucesiones es interpretado en filas de CiU como una voluntad de acercamiento a Esquerra Republicana, o incluso al PSC y como una ruptura definitiva con el PP.

CiU ya piensa en otra opción si no logra cobrar la adicional tercera

Uno de los escollos, casi el único, que hoy mantiene el Ejecutivo de Mas con el de Rajoy es el pago de la disposición adicional tercera y su inclusión o no en el plan de reequilibrio. Fuentes del Ejecutivo explicaron que esa partida seguirá constando en el programa que llevarán a Madrid el jueves, aunque no descartaron un plan B para afrontar su posible impago.

Por último, el ahorro también vendrá de los fondos para infraestructuras. La Generalitat está estudiando la privatización de algunas empresas y servicios para aumentar los ingresos. Aigües Ter-Llobregat y Tabasa, por ejemplo, llevan en el escaparate prácticamente desde la llegada de CiU al Gobierno. Pero el Ejecutivo podrá rebajar el presupuesto del Departamento de Territorio después de renegociar y postergar la devolución de deudas que vencían este año.

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