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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Jet lag

"Aquí te vas de casa treinta minutos a comprar pan, y a tu vuelta, el mundo que conocías ha sufrido una transformación tal que es muy probable que no reconozcas ni a tus vecinos de escalera"

Aquí te vas de casa treinta minutos a comprar pan, y a tu vuelta, el mundo que conocías ha sufrido una transformación tal que es muy probable que no reconozcas ni a tus vecinos de escalera. Pueden imaginarse lo que ocurriría si la ausencia dura una semana, como ha sido mi caso.

El asunto es que estaba yo tranquilamente en Mar del Plata, participando en un foro internacional sobre el turismo y el desarrollo regional, cuando un colega argentino me comunica que Bankia había sido nacionalizada, según él mismo escuchó en un informativo de la televisión nacional, la suya. Un eslabón más, pensé enseguida, de la cadena de “medidas que no me gustan, pero que las circunstancias me imponen” que Rajoy arrastra desde que decidió presentarse a las elecciones bajo el popular y efectivo lema de “no a las ocurrencias de Zapatero”.

Naturalmente, le explico (porque yo soy mucho más patriota que Aznar cuando sale de casa) que ahora ya no se trata de ocurrencias, sino de un plan perfectamente detallado, que se ejecuta, eso sí, por entregas semanales, en función de la dirección e intensidad con la que sople el viento de los insaciables mercados. O sea, que puede parecer improvisación, pero no lo es.

Claro que unas horas más tarde, me entero de que Rato dimite, siguiendo una costumbre que ya inició en el FMI, y que la Comisión Europea, en otro alarde de prospectiva digna de mejor causa, no cree ahora que el déficit previsto por los presupuestos se cumpla. Mientras, el ministro De Windows, quien al parecer no se habla con Fernández Ordóñez, presiona a la banca para que aumente las provisiones y comiencen a preparar sus respectivos “bancos malos”, por lo que pudiera pasar. A Grecia son cada vez más las voces cualificadas que le señalan el camino de salida de la unión monetaria. Y por si todo esto fuera poco, el barómetro de EL PAÍS del domingo informa de que un 51% de los españoles piensa ya que el Gobierno de Rajoy es “igual o peor” que el último de Zapatero. Para perplejidad y regocijo del propio Zapatero quien, desde noviembre pasado, se encuentra totalmente desaparecido a la espera de su rehabilitación inminente.

Ante tal cúmulo de novedades, comprenderán que no me sorprendiera demasiado constatar que el Gran Hotel Provincial de Mar del Plata, lugar en el que se celebraba el foro, era propiedad del grupo español NH, uno de cuyos principales accionistas es, precisamente, Bankia. Como tampoco que desde la ventana de mi habitación pudiera leerse con total nitidez “Fuera Repsol de YPF”, un espontáneo graffiti, con aspecto, todo hay que decirlo, de ser muy poco espontáneo.

En fin, que aunque ya estoy de vuelta, aturdido por el jet lag pero deseando reemprender mis actividades habituales, no puedo dejar de pensar que, de haberme quedado una semana más, es muy probable que las cosas hubieran dado otro giro de 180º y me hubiera encontrado todo igual que estaba cuando me fui. El problema es que no sé qué hubiera sido peor.

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