Decenas de indignados pasan la noche acampados en la plaza de Catalunya

Decenas de personas han despertado en la plaza de Catalunya de Barcelona esta mañana después de una noche tranquila. Una treintena de tiendas campaña fueron instaladas a lo largo de la noche sin que la policía interviniera ni se produjeran incidentes. Uno de los miembros de la comisión de comunicaciones del 15-M explicaba: “Todos, tanto la policía como nosotros, hemos aprendido de las cargas descontroladas de la manifestación del 1 de mayo”.

“El único problema que hemos tenido ha sido el ruido, porque a las cinco de la madrugada todavía había gente debatiendo”, afirmaba otro integrante de la comisión de comunicaciones. También han pasado la noche en la plaza Marina y Eddy, dos franceses que, después de seguir una de las marchas indignadas por Europa que se sucedieron el año pasado, se trasladaron a Barcelona a “ayudar a la organización y a participar".

En una soleada mañana de domingo, la plaza de Catalunya funcionaba como una ciudad con vida propia. Medio millar de personas se agrupaban alrededor de alguna de las asambleas que se estaban llevando a cabo. En una de las esquinas se debatía la destrucción del sistema nacional de salud y en otra los trabajadores del sector educativo se organizaban para la manifestación del próximo 22 de mayo. En el centro, una decena de personas preparaban un manifiesto contra los desalojos en Madrid, Cádiz, Valencia y Palma de Mallorca. “Hemos estado esperando toda la noche malas noticias, y al final han llegado”, comentaba uno de ellos.

“El 15-M trabaja para mantener viva la indignación”, afirmaba Pepi Delgado, mediadora penal juvenil. Ella ya estuvo en la plaza en la comisión de "huelga general" e "indignados", y un año después se ha convertido en una coordinadora laboral que “agrupa sindicatos de izquierdas, parados, inmigrantes en lucha, etcétera”. Para Pepi, la estancia en plaza hasta el día 15 tiene un sentido: "Estamos sumando fuerzas”. Una compañera suya afirma que regresar es “un subidón; volver a crear puentes, dar otro paso”.

Los indignados regresaron el sábado a las calles de Barcelona y volvieron a demostrar su fuerza. Miles de personas caminaron durante más de tres horas por el centro de la ciudad. La marcha arrancó de la plaza de Catalunya a las seis de la tarde, bajo el lema El pueblo somos la solución. Una hora y media después, todavía había personas que no se habían podido mover del sitio.

Los indignados tienen previsto permanecer en la plaza de Catalunya, convertida en "foro de los pueblos", hasta el martes. Han establecido un calendario para estos días con los trabajos de las distintas comisiones.