De Sol al infinito
Madrid es desde hace un año epicentro de un movimiento de masas insólito en la reciente historia europea. La Puerta del Sol, con la historicidad que acrisola su pasado, brindó su aura ciudadana a esta expresión de hartazgo cívico que los allí congregados escenifican desde San Isidro de 2011 frente a una situación de adversidad generalizada de la que abominan.
La originalidad del movimiento reside en el protagonismo juvenil que lo rige, con un nuevo lenguaje para difundir el malestar compartido, y en su carácter de género, así como en la pluralidad de sensibilidades que convoca. También reside en el alcance de las preguntas que plantea ante un sistema económico-político al que cree incapacitado para dar respuesta eficaz a los problemas de las mayorías sociales, marginadas del trabajo, la riqueza y el poder.
Pero, sobre todo, el 15 M obedece a un anhelo democrático para la regeneración moral de la vida pública. Fenómenos de tal naturaleza alumbran nuevas sensibilidades que germinan en nuevas formas estéticas y literarias, como prueba el libro, también electrónico, Indignaos!, 15-M. Compendia algunos de los principales textos, manifiestos, frases, lemas, opiniones y análisis surgidos al calor de aquel acontecimiento que atrae hacia Madrid la atención del mundo. Por múltiples razones, es Madrid ciudad idónea para acoger una protesta de tal entidad: desde la bonanza del clima hasta el temperamento de los lugareños, casi siempre benevolentes y respetuosos hacia cuanto en la calle acontece.
Pero tal idoneidad obedece, sobre todo, a que Madrid se ha convertido en el anfiteatro donde más fuerte resuena el eco de las demandas sociales y políticas de los jóvenes: “Si el trabajo es la única condición para ejercer la ciudadanía y el sistema económico-político nos lo niega ¿qué pintamos dentro los jóvenes y todos los excluidos?”. La pregunta aflora en buena parte de los interesantes textos, de Eduardo Galeano a José Luis Sampedro, que reúne el libro, en cuyo prólogo recomienda vivamente que sea “pirateado y difundido” por doquier.
¡Indignados! 15 M. Editorial Mandala. En papel, 6 euros. En soporte electrónico, gratis en www.mandalaediciones.com.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
La jueza de la dana rechaza de plano citar a Rufián por mostrar en el Congreso un trozo de cuerda de una niña ahogada
Moreno defiende el “compromiso ético” de los periodistas frente a los pseudomedios
Hacienda requerirá a Salinas Pliego el pago de 51.000 millones de pesos en enero
Ucrania ataca por primera vez a un petrolero de la flota fantasma rusa en el Mediterráneo
Lo más visto
- El Supremo condena a ‘Okdiario’ y a Eduardo Inda por intromisión en el honor de Iglesias al acusarle de cobrar de Venezuela
- Los pagos del Gobierno de Ayuso a Quirón engordan con facturas de hace una década y sin pagar desde tiempos de Cifuentes
- Más de 40 congresistas demócratas piden por carta a Trump que cese en sus “intentos de socavar la democracia en Brasil”
- Los hijos de Isak Andic negocian un acuerdo para pagar 27 millones a la pareja del empresario y cerrar el conflicto por el legado
- Irene Escolar: “Si la gente se droga es porque encuentra en ello una anestesia que necesita. Negarlo es absurdo”




























































