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La casa coruñesa de los músicos

La Sala Garufa cumple 20 años de existencia con una programación especial

Concierto de Rumba-Oeste el pasado miércoles en el Garufa.
Concierto de Rumba-Oeste el pasado miércoles en el Garufa.GABRIEL TIZÓN

Si en Argentina y Uruguay significa “diversión, farra, parranda”, en A Coruña es además sinónimo de música en vivo y directo. Y toda una referencia: la Sala Garufa cumple 20 años. El pequeño y afamado local de la Ciudad Vieja celebra todo este mes con una especial y amplia programación sus dos décadas de vida en las que se convirtió en uno de los más respetados lugares de encuentro de músicos en Galicia. De todos los estilos y generaciones. Humoristas y cabareteros también forman parte del elenco y la historia de una sala que es de las pocas que cada semana ofrecen cinco actuaciones en directo.

En el Garufa, de martes a sábado, se suceden el jazz, el tango, la rumba, el rock o el pop en todas sus variantes y derivados. “Es la casa de los músicos en A Coruña”, presumen sus artífices, Pepe Doré y Marcos Iglesias. Siempre presto a compaginar la barra con el escenario al que sube para tocar el saxo o el bajo con alguna de las bandas habituales del local, Pepe se enorgullece del recorrido de la sala que abrió cuando había “una crisis parecida, aunque no tan grande” y daba sus últimos coletazos la movida de los 80. En los primeros tiempos, era la mitad de lo que es ahora y tenía un anexo, la antigua fábrica Lanas Maruja en la vecina calle Príncipe, que era “como un transatlántico llamado irónicamente Garufita”, que se llenaba hasta la bandera cada fin de semana.

“Antes era un bar de copas con alguna actuación en vivo, ahora es al revés, una sala de conciertos en la que se sirven copas”, resume Pepe. Unos años después, al fusionar su espacio con otro bar clásico de la Ciudad Vieja, el Garufa adquirió su actual configuración, dobló su aforo “de pequeño formato” y asentó su seña de identidad: actuaciones en directo. Esencialmente de grupos de Galicia porque el aforo no permite traer grandes nombres foráneos. Y siempre con el espíritu del tema de Gardel que le da nombre.

Con el showman sevillano Tom Trovador, que volverá el 23 de mayo, se estrenó hace ya una década la figura de residente del Garufa. Son fijas, cada semana, bandas como Rockers Go To Hell, Rumba-Oeste o Tango Bar (liderada por otro cofundador, Marcos Meléndrez, ahora desvinculado del club). La última incorporación es quincenal, La Maravilla Enmascarada, el nuevo proyecto de Julián Hernández (Siniestro Total) y Rómulo Sanjurjo (Os Diplomáticos). Sin olvidar una vez al mes las endiabladas Latin Jam Session que protagonizan músicos de toda las nacionalidades residentes en Galicia. El 16 de mayo volverán a reunirse para un festivo tributo a Los Doré. Porque el Garufa es indisociable de ese grupo coruñés ya desaparecido que lideraron durante 12 años dos de los cofundadores de la sala, Pepe y Meléndrez, reinterpretando Antonio Machín, Bola de Nieve y temas propios (editaron tres albúmenes en los 90) que son leyenda de la música gallega reciente como El rey del Guachismen.

Los locales de la Ciudad Vieja harán una fiesta concierto al aire libre el día 18

“Es imposible citar a todos”, se excusa Pepe. La lista de músicos que pasaron por el Garufa es tan larga como ecléctica. Grupos, cantantes o humoristas, “principiantes y vacas consagradas” de la música gallega y también de fuera. Aquí estuvieron catalanes como los ahora tan de moda Love of Lesbian, y una vez al año el cantautor Pau Riba, Ricardo Solfa o Alberto Pérez, de la Mandragora.

El cartel del 20 aniversario da cuenta de esa variedad de ritmos y generaciones: el folk de Uxía (actuó anoche), el blues de la también veinteañera banda coruñesa Miki Nervio & The Bluesmakers (10 de mayo), la electrónica experimental de Fasenuova y Lendrone (día 11), el funk-jazz de Carmen Rey (día 19) o el espectáculo roquero de Teté Delgado y los Ciclones (12 de mayo). No faltarán tampoco habituales como el corrosivo humor de Yoni Medio Gramo o la no menos hilarante actuación musical de Fabulosos Cubatas de Focking Brothers. El dúo de Pepe Doré y el artista ferrolano Eduardo Hermida, que llenan cuatro veces al año el Garufa, clausuran el mes de aniversario.

Nada de colgar el cartel de cierre para la veterana sala, también única por su decoración con fuerte huella del pasado de A Coruña y de la música y una buena colección de cuadros de pintores que son clientes habituales. Miembro activo de la red gallega de música al vivo, el Garufa resiste. “El objetivo ahora es aguantar y cubrir gastos, porque somos una referencia en A Coruña y esa política de continuidad es la que nos da prestigio. Las pérdidas que dan las actuaciones en días de semana se compensan con otras”, afirma Pepe. Y como seña de identidad de un barrio, todos los locales de la Ciudad Vieja se han unido para colaborar en la gran fiesta concierto al aire libre del 20 aniversario del Garufa, el 18 en la plaza de Azcárraga. Una forma también de reivindicar un barrio “que es el gran desconocido de A Coruña”.

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