La fiesta blanca en Cibeles acaba con cargas policiales

Unos 30.000 aficionados del Real Madrid, según cálculos de la policía, se agolparon en la plaza de Cibeles para festejar  su 32º título de Liga, conseguido anoche en San Mamés. La plantilla del Real Madrid recorrió el paseo de la Castellana en un autobús con el piso superior descubierto y la leyenda "gracias madridistas", desde el estadio Santiago Bernabéu (ubicado en ese paseo, a la altura de la calle de Concha Espina) hasta la plaza de la Cibeles, lugar tradicional de las celebraciones deportivas del club.

Una vez en la plaza, los jugadores bailaron y corearon consignas junto a los hinchas.  Allí se había instalado un escenario con pantallas gigantes y una estructura de andamios alrededor de la fuente, cuyo coste corre a cargo del Real Madrid, según ha informado el Ayuntamiento de la capital. El capitán del equipo, Iker Casillas, culminó el festejo anudándole una bandera madridista a la estatua.

Cuando se marcharon los futbolistas, varios centenares de aficionados se quedaron por la zona. Algunos de ellos provocaron altercados, incluido el lanzamiento de objetos. Hay una persona detenida. El Cuerpo nacional de Policía cargó contra algunos de estos hinchas, que se concentraron en calles aledañas a la plaza de Cibeles.

Sobre las nueve y media de la noche la zona quedó despejada y la plaza abierta al tráfico. En total, 15 personas fueron atendidas por el personal sanitario y cuatro de ellas, trasladadas a centros hospitalarios (dos por convulsiones y dos por heridas leves).