Infraestructuras incumple su contrato y retrasa de nuevo el Plan de Estradas
La Xunta prometió aprobar el documento en sus primeros 100 días de Gobierno La contestación social paralizó en 2008 el proyecto del bipartito
El Partido Popular de Galicia se comprometió en la campaña electoral de las autonómicas de 2009 a aprobar un plan de infraestructuras en los 100 primeros días de gobierno. Ese tiempo transcurrió sin que la Xunta hiciese más que publicitar un documento político, el conocido como Plan MOVE. El plan de infraestructuras prometido siguió su lenta tramitación y el contrato-programa aprobado en enero por el Gobierno gallego para la nueva Axencia Galega de Infraestruturas fijó su aprobación en el mes de marzo, ya superado. Pero tampoco ese nuevo plazo se ha cumplido, poniendo así también en duda la supuesta mejora de la eficacia que el presidente Feijóo atribuye a los contratos-programa, que obligan a los entes públicos a trabajar por objetivos.
El programa electoral con que los populares se presentaron a las últimas elecciones autonómicas incluía, en su apartado dedicado a carreteras, una promesa clara: “En los 100 primeros días de gobierno aprobaremos un plan de infraestructuras”. Un mes más tarde de ese plazo, el 3 de septiembre de 2009, Alberto Núñez Feijóo anunciaba el denominado Plan MOVE (de Movilidad y Ordenación Viaria Estratégica), que pese a la declaración del presidente de la Xunta, todavía tardaría varias semanas en hacerse público.
Pronto Feijóo y el conselleiro de Medio Ambiente, Territorio e Infraestructuras, Agustín Hernández, reconocerían que aquel Plan MOVE, pese a dibujar carreteras en sus mapas, no era en realidad un plan de infraestructuras como el que regula la ley autonómica de carreteras, de carácter técnico, sino un documento político, es decir, una declaración de intenciones. Prueba de ello es que en la referencia del Consello de la Xunta en el que supuestamente se trató, fue incluido en el apartado de informes, sin rango legal, y no en el de decretos o acuerdos.
El último plazo de la Axencia de Infraestructuras venció en abril
El propio documento divulgado en septiembre de 2009 admite expresamente que “el Plan MOVE completa, suplementa y perfecciona el Plan Director de Estradas de Galicia, ya que este último es un plan de infraestructuras y el Plan MOVE es un plan de movilidad”. Igualmente, la página web de la consellería que dirige Agustín Hernández indica que “el Plan MOVE no es un plan de infraestructuras”.
Aquel “plan de infraestructuras” prometido en el año 2009, obligatorio para desarrollar cualquier nueva vía no contemplada en planes anteriores, debía ser aprobado durante el pasado mes de marzo, según detalla el contrato-programa dictado en enero por la Xunta para la nueva Axencia de Infraestruturas. En ese contrato, junto con el resto de obligaciones que se le fijan al nuevo ente, se indica como compromiso para cumplir en marzo de 2012 la “aprobación del Plan Director de Estradas” y su “remisión al Parlamento de Galicia”, tal y como exige la ley. Superados los sucesivos Consellos de la Xunta del mes de abril, nada de eso se produjo. Tampoco Infraestructuras ha anunciado ninguna novedad respecto del plan.
Alberto Núñez Feijóo presentó los nuevos contratos-programa de los entes públicos como garantía de que la Administración autonómica sería más eficiente, ya que le marcan objetivos de obligado cumplimiento. Sin embargo, con el nuevo retraso del Plan de Estradas, la Axencia Galega de Infraestruturas ya ha incumplido tres de los 23 objetivos operativos que se le fijaban, todos ellos definidos como “prioritarios”.
Ahora, si el plan fijado para marzo no se aprueba antes de que termine el presente mes de mayo, esos dos meses de retraso comenzarán a tener consecuencias para los directivos de la agencia encargados de su tramitación. Serán “apercibidos” por ello y si acumulan tres advertencias por el incumplimiento de cualquier objetivo durante tres años seguidos podrán ser destituidos, de acuerdo con las estipulaciones del contrato-programa.
Atascado desde Caride
La validación definitiva del plan de carreteras con su paso por el Parlamento de Galicia vendrá a culminar un largo proceso iniciado hace cuatro años. El 3 de julio de 2008, durante el Gobierno bipartito de la Xunta, la entonces conselleira de Política Territorial, María José Caride, firmaba la aprobación inicial del documento y lo exponía al público. Durante ese proceso, algunas de las nuevas vías propuestas cosecharon numerosas críticas, lo que hizo que el Ejecutivo de Emilio Pérez Touriño parase su tramitación.
Cuando el PP llegó a la Xunta retomó el trabajo y eliminó del documento algunas de las propuestas más conflictivas. El resto lo aprovechó para presentarlo en septiembre de 2009 dentro de su Plan MOVE. Pero el avance administrativo real del Plan Director de Estradas fue lento. Su tramitación ambiental se desbloqueó más de un año después, en enero de 2011. Y ahora, otro año más tarde, está pendiente de aprobarse definitivamente. De concretarse en breve, lo prometido para 100 días habrá tardado 1.000.
Lo que sí mantuvo el PP durante todo este tiempo fue el escenario temporal planteado en 2008 por el bipartito para el plan: 2009-2020. De esos 12 años en los que el documento tendría que estar en vigor ya han pasado tres, una cuarta parte, sin que haya sido siquiera aprobado.
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