Despedidos los autores de un informe técnico que contradecía a Medio Rural

Los coordinadores de medios aéreos contraincendios que elaboraron un informe sobre el accidente de una avioneta contradictorio con la versión oficial de la Xunta perdieron su empleo en los meses siguientes. El estudio de las causas del siniestro, con logotipo de la empresa Natutecnia, contratada para los trabajos de coordinación por la Xunta, explicaba el siniestro de la aeronave, durante el aterrizaje en la base pública (pero sin licencia) de Beariz, como consecuencia de un fallo en los frenos. Sin embargo, tanto la Consellería de Medio Rural como la empresa andaluza que alquila los aviones, Martínez Ridao, aseguraron cuando saltó la noticia tras una denuncia del sindicato CIG que el aparato se había estrellado por culpa de un fallo humano: una “toma larga de pista” a cargo del piloto. El informe que negaba esa posibilidad y denunciaba los avisos previos que había dado la avioneta durante un mes, de agosto a septiembre del año pasado, hasta el día en que se precipitó en la balsa de repostaje de agua, llegó a manos de altos cargos de la consellería pero fue silenciado. Hace una semana este diario daba cuenta de que existía. Y ayer el Bloque Nacionalista Galego denunció en el Parlamento que los trabajadores que se encargaron de elaborarlo habían sido “represaliados”.

“A tenor de los informes técnicos del accidente de avión de Beariz”, el BNG presentó una serie de preguntas que debe contestar la Xunta. Entre ellas, cuáles fueron las “causas exactas” del siniestro, “desde cuándo se apreciaba deterioro en los frenos del aparato” o si era “similar” el estado de conservación de este avión al de otros igual de viejos (35 años) que facilitó la empresa de Úbeda. Pero además, el Bloque pide nuevas explicaciones acerca de otro accidente aéreo relativo a la misma base que se produjo en pocos días y en el que murió un piloto de Martínez Ridao al precipitarse sobre un incendio forestal.

El grupo nacionalista ya había denunciado hace un año la sustitución de los helicópteros de coordinación que operaban con la Xunta por los vetustos Cessna 337-G, más baratos de contratar y mantener. Ahora, pregunta si “compensa” el “mínimo ahorro” o si, más bien, “el tiempo y los accidentes deben motivar una rectificación” por parte del Gobierno gallego.

“Ahora sabemos que el secretario general de Montes, cuando fue conocedor del informe técnico elaborado y firmado por dos técnicos contratados para el dispositivo a través de Natutecnia, ordenó de forma inmediata y fulminante su despido, en la más genuina línea de actuación de este gobierno de mano dura con quien no avala sus tesis, mismo por encima de las evidencias empíricas y científicas”, denuncia a renglón seguido la interpelación presentada por la diputada nacionalista Tereixa Paz.

Según el BNG, estos despidos se debieron directamente a que los técnicos de coordinación de Natutecnia se negaron a suscribir la versión que convenía a Medio Rural, a “actuar al dictado de las consignas políticas y de los intereses del gobierno para mantener el trabajo”. El grupo pregunta si estas “represalias” se pueden considerar “una práctica habitual en la Secretaría Xeral de Montes”.

El informe con membrete de Natutecnia analizaba el accidente a lo largo de 42 páginas, describía las averías y avisos mecánicos anteriores que a lo largo de la temporada de incendios habían dado tanto este aparato como sus equivalentes en las bases de Doade y Antela, y negaba la posibilidad de un error del piloto. El avión había tocado la pista en el momento preciso y enseguida el piloto había comprobado que los frenos no respondían. Para evitar males mayores, realizó una maniobra con el objetivo de evitar en lo posible una casa que, contra toda norma, se sitúa al final de la pista. Al final, chocó lateralmente con ella y acabó en el agua. Luego, hicieron desaparecer el avión antes de la visita del inspector de Aviación Civil.