Los recortes marcan la campaña de los dos candidatos a rector de Alicante

Los recortes del Gobierno en Educación y el incremento de las tasas por matriculación centraron ayer el arranque oficial de la campaña de los dos candidatos por suceder a Ignacio Jiménez Raneda, al frente del rectorado de la Universidad de Alicante el próximo día 8 de mayo. Manuel Palomar, Catedrático de Lenguajes y Sistemas Informáticos, y Antonio Marcilla, catedrático de Ingeniería Química, comenzaron su pugna por el cargo con un guiño de austeridad a la comunidad universitaria: un equipo de gobierno sensiblemente más delgado que el actual. Dos vicerrectorados menos, en el caso de la candidatura de Palomar y el doble, en la de Marcilla.

Ambos aspirantes también coincidieron en su defensa a ultranza del carácter público de la Universidad y de su voluntad de garantizar el acceso en igualdad de oportunidades de los alumnos a la enseñanza superior. En opinión de ambos aspirantes, el segundo aspecto está amenazado por la subida de las tasas de matriculación. Tanto Palomar como Marcilla discreparon de la iniciativa del Gobierno y apuntaron alternativas para mitigar sus efectos. “Haremos valer el concepto de autonomía universitaria para adaptar los incrementos a las necesidades de los estudiantes de la Universidad de Alicante”, dijo Palomar. “El ahorro en cargos del equipo rectoral y el 25% de complementos, unos 300.000 euros, lo destinaremos a mitigar el efecto de la subida de las tasas”, apostilló Marcilla.

Al margen de estos dos paralelismos, los dos candidatos se esforzaron en dejar patentes sus diferencias, tanto en la forma como en fondo. Manuel Palomar, actual vicerrector de Investigación, logró abarrotar el escenario donde presentó su candidatura y estuvo arropado por más de 200 personas, entre ellas la mayoría del equipo rectoral, con la excepción de Raneda. Mientras, la puesta de largo de la candidatura de Marcilla contó con una menor asistencia de público.

Palomar resumió así la filosofía de su candidatura: “Un equipo con experiencia y al mismo tiempo renovado. El objetivo es una apuesta por una universidad pública, eficiente y de calidad”. “Y todo ello para que en 2020 haya un 40% más de jóvenes con titulación superior”, añadió. Palomar señaló que una de sus prioridades será proponer a la Generalitat “un calendario de financiación estable en los pagos mensuales”. Y a renglón seguido redobló su apuesta por consolidar los proyectos de investigación mediante la puesta en valor del parque científico. En este apartado denunció los recortes aplicados por el Gobierno y su discrepancia con el diagnóstico del Ejecutivo sobre el sistema universitario: “Existe un desajuste entre los recursos públicos empleados en las universidades y los resultados en docencia e investigación”, dijo. También habló de la necesidad de mejorar la gestión mediante la administración electrónica.

La candidatura de Palomar incluye nueve vicerrectorados, frente a los 11 actuales, siete directores de secretariado (ahora son 21) y suprimir los 33 coordinadores de secretariado.

Antonio Marcilla justificó su segunda intentona por ocupar el sillón del rectorado en la “necesidad de renovar las ideas, las propuestas y las maneras de gestionar la universidad”. “Abriremos la universidad debate y la participación”, añadió. El catedrático se presentó como la alternativa del cambio y criticó algunas “actitudes” del actual equipo de gobierno, entre ellas la opacidad en la gestión del presupuesto y la falta de información sobre la realidad del proyecto del parque científico.

Marcilla anunció unos presupuestos participativos, prometió consultar a los alumnos en los planes de estudios y dijo que impulsará la relación del rectorado con el consejo social de la universidad.

La candidatura de Marcilla incluye siete vicerrectorados, e igualmente suprimirá dos tercios de los directores de secretariado y eliminará los 33 coordinadores. El candidato dijo que reducirá en un 25% los complementos del equipo rectoral.