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Los ourensanos Burgas Beat electrifican su sonido de guitarras para su tercer disco

La banda presentará 'Todo lo que vamos dejando atrás' el 5 de mayo en Ourense

Concreto y contundente. Con un pie en el pop duro del Matthew Sweet de Girlfriend (1991), otro en las derivas instrumentales de los tensos Television y materia literaria compuesta de “melancolía positiva”, los ourensanos Burgas Beat han editado su tercer disco, Todo lo que vamos dejando atrás. “No hago las canciones pensando en un disco, sino una a una. Después se van juntando. Pero reconozco que sí tengo cierta obsesión por el paso del tiempo y ese es uno de los elementos que unifica los ocho cortes de este trabajo”, argumenta Carlos Rego (Ourense, 1965), compositor y guitarrista de la banda.

Eso, el tiempo que ha pasado desde Clic, el suave repertorio elaborado junto a Magín Blanco y editado en 2008, explica la evolución hacia la electricidad de Burgas Beat. “Cuando [a principios de siglo] cambiamos de nombre, Cosecha Roja por Burgas Beat, la idea era transformar un sonido más crudo en otro más estilizado”, relata Rego. Y así fue en su primer larga duración, Ni una sombra en el horizonte (2004), de trenzado acústico. Pero precisamente Cosecha Roja se interpuso entre Clic y el año en curso: un recopilatorio del cuarteto y algunos conciertos revival recordaron a los músicos su amor por los voltios o por sus contemporáneos escoceses Teenage Fanclub. Ese contexto posibilitó Todo lo que vamos dejando atrás.

“Como grupo, trabajamos muy lento. Estamos espacialmente separados, vivimos en distintas ciudades. Hay canciones que tienen ya cinco o seis años”, cuenta, “de hecho, algunas ya la ensayábamos con Magín Blanco y algunas progresiones de acordes son de él”. Antonio Rodríguez (bajo), Javier Doforno (guitarra), Aser Álvarez (batería), Francisco Vázquez (teclados) y el propio Rego han registrado, en los estudios Abrigueiro de Friol, un elepé con tendencia al medio tiempo y en el que abundan las intertextualidades. Los guiños. Del Han caído los dos de los Radio Futura de aires más neoyorkinos al Capitán Inverno del poeta Ramiro Fonte o a Cunqueiro. “Hay cosas que no se pueden discutir”, expone la nota de la discográfica, “como que nos gustan las guitarras eléctricas o el talento de los demás”.

Esta música de ética modesta y con conciencia de la tradición a la que pertenece sale a la calle en vinilo. Y lo hace “porque hubo quien lo hizo posible”: la tienda ourensana Peggy Records, el impulsor del Xiria Pop de Carballo, Xabier Graña, y la discográfica Rock Indiana. “Nosotros nos educamos con los vinilos, es lo que nos gusta”, asegura Carlos Rego, “pero si no es por ellos, no lo haríamos”. Las 300 copias de Todo lo que vamos dejando atrás también incluyen versión en cedé. Lo estrenaron, en un directo semiacústico en Peggy Records, la semana pasada. Pero la puesta de largo será el 5 de mayo en el Café Auriense, de Ourense.

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