Ataque Escampe celebra diez años de folk y soul “como si fuese un aniversario de boda”

Entre el amateurismo armado de Ed Wood e os paraugas asasinos y la frondosidad resistente de Violentos anos dez pasaron cinco años. Exactamente la mitad de la década de vida que Ataque Escampe celebró anoche junto a colaboradores y amigos con un concierto en la Sala Moon de Santiago y cuya conmemoración continúa, hoy, a las nueve, en la Praza do Correxidor de Ourense. “Se trata, sobre todo, de una especie de autohomenaje a un colectivo que lleva diez años juntos”, se explica divertido Miguel Mosqueira, guitarrista y cantante ocasional de la banda, “como si fuese un aniversario de boda”.

Procedentes de una residencia universitaria, cuando Ataque Escampe se bautizaron como tal, las Torres Gemelas acababan de venirse abajo. “Desde 2002 pasaron muchas cosas importantes”, enumera, “el movimiento de Nunca Máis, las guerras de Irak y Afganistán... todo eso nos llevaba a justificar la presencia de un grupo politizado”. Entonces los unía el desencanto crítico de Enemigos y el torrencial Bob Dylan. Ahora su sonido podría decantarse, aventura Mosqueira, de un cruce entre Nick Lowe, Grupo de Expertos Solynieve y P.J. Harvey. Aunque en el coche en el que se desplazan a los conciernos suena últimamente el hip hop de De La Soul.

En ese tránsito de diez años hubo bajas y también altas. “Nuestra instrumentación cambió, pasamos de un sonido más acústico, naïf, a una formación estándar, con guitarras, bajo y batería”. De ella se encargan en la actualidad, además de Mosqueira, Samuel Solleiro (guitarra), Roi Vidal (batería), Lois Carlín (bajo) y Álex Charlón (voz). “También nos hemos hecho más contemporáneos”, añade, “porque veníamos de pueblos y al llegar a Santiago accedimos a mucha más información. Internet lo cambió todo”.

No todo. “Al empezar, lo único que teníamos claro y que seguimos teniendo es la potencia que puede tener una letra, la importancia de la palabra”, asegura Miguel Mosqueira. La lírica de Ataque Escampe traza un itinerario posible por el arranque de siglo en Galicia. Tras Ed Wood... lanzaron, siempre en el sello A Regueifa, su tratado sobre el autoodio y contra la sumisión colectiva, Galicia es una mierda (2008), con A grande evasión (2009) emularon a un escapista con conciencia de clase y en Violentos anos dez (2011), su disco más acabado, levantan acta country soul del principio del fin del mundo tal y como lo conocían: “Non hai onde ir / nos anos dez / a vida é así”.