Una mirada diferente de la realidad
El Festival de Cine y Derechos Humanos arranca hoy en San Sebastián Maru Solores presenta ‘Camera Obscura’, protagonizada por una niña ciega
La décima edición del Festival de Cine y derechos Humanos arranca hoy con la proyección a las 19.00 de L’ordere et la moral, del francés Mathieu Kassovitz, en el Teatro Victoria Eugenia. La cinta inaugural narra el encuentro entre un militar francés y el líder de un grupo rebelde en busca de un acuerdo que ponga fin al conflicto abierto tras el asesinato de cuatro soldados. Una producción que cuestiona el papel de la política y su oportunismo y a la que seguirá la proyección de la opera prima de la donostiarra Maru Solores, Camera Obscura (22.30) presentada ayer en San Sebastián.
La directora se adentra con su primer largometraje en la vida de Ane, una adolescente de 13 años, ciega, los miedos y temores típicos de la edad y de su dolencia, y cómo descubre el mundo. “Se acerca de manera muy sensible y con un tratamiento cinematográfico muy especial a las sensaciones de la protagonista”, adelantó el director de la cita, Josemi Beltrán.
La producción, estrenada en la pasada edición de la Seminci de Valladolid, recupera algunas de las ideas vertebradoras de Dortoka Uhartea, La isla de la tortuga en castellano (2002), un corto con el que Solores obtuvo diversos premios y distinciones, incluido también en el catálogo Kimuak.
El director de la cita: “Se acerca de manera muy sensible a la joven”
“Aunque no se trata de una secuela, recupero aquel personaje, a la niña sobreprotegida que tiene que romper con esa sobreprotección y buscar su propio camino”, detalló la realizadora, que eligió Bizkaia (Sopelana, Mundaka y Muskiz) como el lugar para rodar el trabajo. Un personaje, interpetado por Jacqueline Duarte, que ya ha llegado a la adolescencia y que se plantea preguntas como: “¿Qué es estar buena? o ¿Puedo yo gustar a alguien?” y que entre una madre que cuida en exceso de ella (Leyre Berrocal) y un padre atemorizado (Josean Bengoetxea), encuentra a su tío Antonio (Víctor Clavijo), fotógrafo trotamundos. Es la cámara de su tío la que le permite percibir lo que le rodea, descubrir, en definitiva, su mundo, su familia, unos padres que “no saben como tratar con ella, ocupados con sus propios problemas”.
Jacqueline Duarte, sin experiencia previa como actriz, fue seleccionada en un casting organizado con la ONCE. “Desde el primer momento tuve claro que íbamos a trabajar con una niña invidente o con una deficiencia visual”, explicó la realizadora. Una experiencia, como recordaron los responsables de la cinta —junto a Solores, presentaron el trabajo la actriz Leyre Berrocal y el productor Carlos Juárez—, que se acabó convirtiendo en una lección.
“Hemos aprendido mucho”, aclaró el responsable de Basque Films, “es una temática que te hace crecer como persona”. Duarte, en una especie de premonición del destino, no podrá acudir a la presentación de la cinta en San Sebastián, recién operada —como su personaje en la ficción— de un transplante de corneas.
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