El rechazo a la Ley del Área de Vigo reconcilia a Caballero y Pachi Vázquez

La Lei de Caixas los unió y la del Área Metropolitana de Vigo los ha reconciliado. Tras un paréntesis de enemistad provocado por la acumulación de cargos de la concejal y diputada Carmela Silva, el alcalde vigués, Abel Caballero, y el líder del PSdeG, Pachi Vázquez, hicieron ayer borrón y cuenta nueva. Una reunión de 40 minutos en el despacho del regidor vigués sirvió para sellar el compromiso del secretario general de los socialistas gallegos con la causa de Caballero contra la ley aprobada la semana pasada en el Parlamento. Será la primera que cambie el PSdeG si gobierna Galicia, anunció Vázquez, entre halagos del alcalde.

El respaldo absoluto de Pachi Vázquez, que en el caso de las cajas le acarreó una fuerte oposición interna y amenazó la unidad del grupo parlamentario, es solo uno de los parecidos entre aquella batalla y la que Caballero ha emprendido ahora con motivo de la Ley del Área Metropolitana. El alcalde está decidido a convertir la nueva “afrenta a Vigo” en una reedición de la lucha que lideró contra la fusión de Caixanova y Caixa Galicia, de la que tantos réditos electorales supo extraer, y resucita asimismo las acusaciones de “antiviguismo” al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. También como entonces, el regidor ha emprendido una ronda de reuniones con distintos organismos de la ciudad para organizar la resistencia.

Apenas un mes después del congreso del PSdeG, en el que Caballero auspició la candidatura alternativa de Elena Espinosa, finalmente derrotada, el alcalde de Vigo se deshizo en elogios a su reciente adversario. “Le quiero expresar mi reconocimiento”, afirmó, para recordar el apoyo que le prestó en la lucha contra la Lei de Caixas, y subrayar que ahora, “en esta situación de extrema gravedad e importancia, vuelve a estar al lado del alcalde y de la ciudad”.

Caballero dice que la ley aprobada por el PP es "una puñalada a la ciudad"

El consenso que alumbró el proyecto de Área Metropolitana de Vigo se rompió en plena tramitación parlamentaria, cuando el Partido Popular introdujo una enmienda al proyecto de ley de la Xunta que modificaba la representatividad de los órganos de gobierno del nuevo ente. Se trata, según Caballero, de “un cambio singular”, de modo que la ciudad que aporta el 47% de la población “queda sumida en el uno entre 14”. “Esto es un ultraje a la ciudad, una felonía, una forma de evitar que Vigo ocupe su espacio y tenga capacidad de desarrollo”, acusó. También comparó la decisión con “una puñalada a la ciudad” para la que solo encontró una solución: “Cambiar la ley”.

Y ahí, el alcalde de Vigo encontró todo el apoyo de Pachi Vázquez, que recogió el guante para recordar que las autonómicas serán dentro de un año a más tardar y prometer que la del Área Metropolitana de Vigo será “la primera ley que cambie” el PSdeG si gana las elecciones. El secretario general de los socialistas gallegos hizo suyo el discurso del agravio a la ciudad, que atribuyó a una técnica que el PP utiliza “por segunda vez”. “Quiere ganar en el Parlamento lo que ha perdido las urnas en Vigo”, afirmó. “Es la segunda vez que Feijóo hace una ley contra esta ciudad”, en esta ocasión para crear “un chiringuito” del presidente de la Xunta en Vigo “contra el alcalde”.

El modelo establecido en la ley supone un “incumplimiento” del discurso del PP, al generar “duplicidad de servicios, multiplicación de costes y conculcar el derecho democrático en aras de un pequeño rédito electoral”. “Hay que tener mucho odio contra esta ciudad para diseñar un Área Metropolitana de Vigo contra Vigo”, lamentó Vázquez. Si en 2010, la Lei de Caixas frustró las expectativas electorales de Corina Porro, ahora quien se la juega en el Ayuntamiento de Vigo es José Manuel Figueroa, su portavoz en el Ayuntamiento, que ayer se apresuró a asegurar que la ciudad cuenta “con el liderazgo que le corresponde”. En su auxilio acudió la delegada de la Xunta en Vigo, María José Bravo, que acusó a Vázquez de secundar “la gran mentira” de Caballero.