Un bañista aparece en el Puente de Miraflores de Córdoba

Córdoba se ha despertado hoy con una imagen insólita. La de un bañista, vestido a la usanza de principios del siglo XX, con todo el ademán de tirarse al río Guadalquivir desde el puente de Miraflores. “No te tires, que hay poco agua”, le decían algunos peatones esta mañana. La escultura, de carácter hiperrealista y realizada a tamaño natural, ha aparecido por sorpresa. Del mismo modo que el 18 de abril de 2006 hiciese el que parece su hermano mayor, el Hombre Río. Aquella fue una escultura flotante anclada en el lecho del Guadalquivir que representaba a una persona plácidamente recostada en el río. El bañista, por el contrario, es todo tensión, congelado en ese momento en el que uno decide si lanzarse o no al agua.

Tras el Hombre Río se han dado nuevas experiencias artísticas anónimas. Hace unos dos años, varias calles de Córdoba aparecieron rebautizadas con rótulos ficticios, escritos en la misma tipografía que los rótulos tradicionales, pero con nombres como Yo paso, Topalante, Sigue buscándome, Por aquí podemos atrochar, En tu casa.