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El músico folk Pancho Álvarez presenta su cuarto disco

El nuevo trabajo, titulado "Sonche Atlántico", incluye letras de Suso de Toro y de Antón Reixa y tiene influencias de rap, blues y rumba

El nombre de Pancho Álvarez podría pasar desapercibido para los que no sean grandes conocedores del circuito de la música folk. Sin embargo, Álvarez es un músico imprescindible en la historia reciente de este género donde dejó su impronta durante 15 años en un grupo histórico como Na Lúa, en ese proyecto innovador que fue en su día Matto Congrio o en la actualidad camuflado discretamente como miembro de la banda estable de Carlos Núñez, con la que no para de recorrer el mundo.

Entre gira y gira, este excepcional multiinstrumentista se encierra en su estudio casero y va trazando una personal trayectoria que acaba de llegar a su cuarto disco en solitario, titulado "Sonche Atlántico", editado por Fol Música y que desde ayer está a la venta y se puede escuchar en plataformas digitales. “Las músicas del disco son una forma de reivindicar una identidad, un modo de vida en relación con el océano, con vivir y con viajar. He tratado de condensar todas las influencias que han llegado a través del Atlántico, de América, Portugal, África, Irlanda o Bretaña”, explicó el músico en la presentación de su trabajo, acompañado por Suso de Toro, autor de cinco de las letras de los doce temas del disco.

“Me lo he pasado bien trabajando con Pancho y he pretendido hacer unas letras humildes y sencillas al servicio de su música", afirmó el escritor que ahora ejerce como docente y ayer se trajo a todos sus alumnos a la presentación en el Consello da Cultura Galega. “Conozco a Pancho desde los tiempos de Na Lúa y puedo decir que he visto pocas personas vivir tan intensamente el oficio de músico”, declaró De Toro. Además de la aportación de Suso de Toro, también hay una letra de Antón Reixa titulada “Galicia Malicia”, y varios temas instrumentales, donde Álvarez despliega sus recursos como compositor e intérprete de instrumentos de cuerda, desde el bouzuki a la viola caipira, pasando por su exquisita sensibilidad para el violín.

“En este trabajo he bebido del rap, del blues o de la rumba, pero siempre tratando de buscar una convivencia musical entre la tradición y los nuevos tiempos, dándole un sentido a la identidad”, afirmó el músico de O Porriño. Ante un auditorio abarrotado de estudiantes, hizo un ejercicio de humildad: “Sé que tengo limitaciones con la voz, pero eso me lleva a explorar otros caminos”. Estudioso de la tradición oral y admirador de los cantares de ciego, en algunos de los temas “hay influencias de esa tradición, pero también hay sonidos que proceden de la música magrebí”.

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