Blindaje policial en Jerez para frenar las protestas contra el ERE municipal
El Ayuntamiento comunicó a sus trabajadores que quien saliera del edifico debía fichar o pasar por el control de firmas
Tres furgones policiales en el Ayuntamiento de Jerez, en la puerta de la empresa municipal de Telecomunicaciones y en la céntrica rotonda de Los Casinos. Unidades radiopatrulla en la sede del PP, en la empresa de Recaudación, en el acceso trasero del Consistorio o en las áreas de Economía y personal. El gobierno jerezano blindó este martes las sedes administrativas para frenar las protestas de la plantilla contra el anunciado Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que va a afectar a 390 trabajadores municipales, el 15% de la plantilla.
Las secciones sindicales pretendían desde este martes paralizar la actividad municipal como medida de presión contra el segundo plan de ajuste que ve la luz en el Ayuntamiento de Jerez en solo seis meses, pero el gobierno que preside la popular María José García Pelayo ha optado por desplegar un fuerte dispositivo policial para disuadir cualquier boicot.
La parálisis del Ayuntamiento ha quedado en un intento frustrado. Poco antes de las ocho de la mañana los miembros de las secciones sindicales que se acercaron a la empresa municipal de Telecomunicaciones para bloquear el sistema informático municipal decidieron dar por concluida la movilización. En la puerta había cinco efectivos junto a un furgón de la Policía Nacional y los agentes sociales se dieron la vuelta. "En vez de habernos mandado este dispositivo policial sin precedentes, la alcaldesa debería habernos convocado para empezar una negociación seria. Desde que es alcaldesa (mayo de 2011), todavía no nos ha convocado oficialmente para una reunión de trabajo", denunció a unos metros de los agentes Alfonso Cárdenas, de UGT. La escena se repitió en todas las áreas municipales y los sindicatos decidieron reducir el primer día de movilizaciones a una concentración de protesta un par de horas más tarde, a las diez de la mañana.
El gobierno también dejó clara su postura con respecto a esta segunda convocatoria. Desde el área de personal remitieron por intranet un mensaje a los 2.500 trabajadores: quien saliera del Ayuntamiento debía fichar o pasar por el control de firmas.
En un consistorio en el que hay empleados que pasan meses sin aparecer por sus mesas sin que se les haya abierto un expediente, ese control repentino sonó a un intento de "amedrentar al personal" en los días en los que se debe preparar la lista de operarios que perderán sus puestos de trabajo en mayo.
La protesta tuvo un seguimiento escaso. Poco más de 300 trabajadores rechazaron los despidos en la calle. "No se debe contrarrestar la acción sindical con represión. Los trabajadores se movilizan de forma pacífica en defensa de sus puestos de trabajo y el gobierno debe sentarse para negociar alternativas al ERE", protestaba José Manuel Trillo, secretario local de CC OO.
El comité de empresa está dispuesto a revisar gratificaciones, productividades, horas extra y altos sueldos para evitar los despidos, pero el gobierno jerezano cree que no es suficiente para que Jerez perciba de la línea de crédito ICO 328 millones de euros para el pago a proveedores municipales.
Los delegados sindicales han convocado protestas diarias para frenar el ERE municipal que pretende aplicarse en una ciudad que ya arrastra una tasa de paro del 37%.
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