Las matriculaciones se desploman un 14%

Los concesionarios de coches siguen pasando su calvario particular. En la provincia de Ourense el mes pasado solo vendieron 259 vehículos nuevos, una cifra parecida a la de Lugo, 315. En Pontevedra fueron 740 y únicamente en A Coruña superaron, aunque por poco, las 1.000 unidades. Es otra arista de la brutal crisis del consumo, que ya no responde a planes de estímulo (el de fomento de compra de vehículos eléctricos e híbridos de la Xunta tiene escaso impacto).

En el acumulado del año, los datos suponen un desplome del 14% de la facturación en Galicia (7.081 unidades). Porcentaje que contrasta con el leve descenso del conjunto del país, que donde se matricularon 204.000 turismos, un 1,9% menos. Y a corto plazo las cosas no van a mejorar. “Esperamos que los cuatro primeros meses del año sean malos”, analiza José Manuel Fernández Alvariño, presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra y empresario del ramo. “Después quizá haya un repunte y hacia final de año esperamos cerrar con un pequeño descenso sobre las cifras de 2011”. Cree que sólo los grandes grupos van a aguantar la “descapitalización tremenda”, que están sufriendo las empresas, y augura un proceso de concentración que arrastrará a los pequeños concesionarios.

La producción de Citroën este año retrocederá al nivel de 1997

Según los datos del Instituto de Estudios de Automoción desglosados por provincias, las de Lugo y Ourense registran descensos, superiores al 20%. “Son ya 21 meses consecutivos de descensos”, replican en la asociación española de fabricantes de automóviles Anfac, que enfatizan en el hecho de que las ventas están en los mismos niveles de 1993. “El sector de la automoción está sufriendo un acoso y derribo en forma de continuas amenazas de subidas de impuestos, lo que genera desconfianza que puede acabar por dañar la recaudación de más de 25.000 millones que aporta anualmente a las arcas públicas vía impuestos, equivalente por sí sola a todo el recorte que deberá realizar este año el Ejecutivo para lograr el objetivo de déficit”.

La no renovación del parque automovilístico, dicen en el sector, conlleva otros daños colaterales: menor seguridad en las carreteras y más emisiones contaminantes. También en las fábricas. La producción en la planta viguesa de Citroën este año será la peor desde 1997.