La ejecutiva sitúa a los tres parlamentarios disidentes al borde de la expulsión

La crisis interna más profunda que ha sufrido Aralar desde su fundación, hace más de una década, se ahonda cada día que pasa. Sin rasgar, la cuerda no se puede tensar ya más. La ejecutiva lanzó ayer un contundente ultimátum a sus tres parlamentarios que el pasado 30 de marzo, en contra del criterio de la dirección, dieron su apoyo a la ponencia sobre el fin de ETA en la Cámara vasca. A través de una contundente nota, la dirección emplazó a Aintzane Ezenarro, Mikel Basabe y Oxel Erostarbe a dejar sus cargos a disposición del partido “sin dilación”, ya que por “autoexclusión”, se han situado “fuera” del mismo. La velada amenaza, sin embargo, no encontró respuesta por parte de los afectados.

La dirección pone a a los críticos “fuera del partido” por votar la ponencia de paz

El comunicado no fue sino la consecuencia de una intensa jornada marcada por el desaire de los disidentes a la ejecutiva, que los había convocado a la mañana para una reunión de urgencia, en San Sebastián, con el objetivo de analizar la situación.

Ante el plantón, anunciado un día antes por los propios parlamentarios, la cúpula de Aralar decidió celebrar por la tarde una reunión extraordinaria para analizar posibles sanciones a los disidentes. Aunque sin llegar a este extremo, que parece inevitable, la dirección deja el caso en manos de la comisión interna de garantías para determinar si la desobediencia ha supuesto un incumplimiento de cuatro puntos de los estatutos de la formación.

Si los afectados

A través de su nota, la formación recalcó su “defensa firme del diálogo sin exclusiones”, ante lo que acusó a los disidentes de incumplir “gravemente” la normativa interna por apoyar un foro por la paz que, debido a su falta de representación en el Parlamento, no pevé la participación de la izquierda abertzale. Además, recriminó a los tres parlamentarios su “quebrantamiento de las bases ideológicas y políticas de Aralar”, al renunciar a las distintas reuniones convocadas para esclarecer el caso. “Vosotros mismos os habéis situado fuera del partido”, les advirtió, a través de su nota, en lo que supone situarles de hecho al borde de la expulsión.

Los afectados no quisieron ayer pronunciarse sobre las advertencias de la dirección. Su posición ya la habían fijado un día antes, al negar su dimisión y cualquier reunión con la ejecutiva hasta después de Semana Santa. Durante una rueda de prensa en el Parlamento, Ezenarro, Basabe y Erostarbe defendieron un voto que consideraron “en coherencia” con la trayectoria parlamentaria de Aralar, ya que el partido no se había opuesto previamente a otras ponencias que tampoco tenían en cuenta a la izquierda abertzale. “Ese voto nos coloca exactamente donde hemos estado siempre. Si la dirección cree que esta actuación merece algún reproche disciplinario, es algo que le corresponde a ella”, resaltó Basabe.

La cada vez más estrecha relación con la izquierda abertzale es la causa de la crisis interna abierta en Aralar, que en las pasadas elecciones generales incluso concurrió junto a la antigua Batasuna en la coalición Amaiur. En consonancia con la unidad de fuerzas soberanistas, la formación que lidera Patxi Zabaleta fijó una posición ante la ponencia que no fue respetada por tres de los cuatro parlamentarios. Solo el vicecoordinador del partido, Dani Maeztu, mantuvo la disciplina de voto.

El propio Zabaleta, a pregunta de EL PAÍS, rehusó ayer pronunciarse más allá de lo recogido en el comunicado. Su silencio y el de los tres parlamentarios disidentes deja en el aire el futuro de Aralar en la Cámara vasca. El acta de parlamentario es individual e intransferible, por lo que el partido no tiene capacidad de obligar a los tres disidentes a dejar su puesto a otra persona de confianza de la dirección. Si renuncian, los tres representantes serían sustituidos por otras personas afines a la ejecutiva. En caso contrario, sin embargo, la formación podría dividirse en dos: Ezenarro, Basabe y Erostarbe por un lado, y Maeztu por el otro.

Ante un hipotético escenario de división, sería el vicecoordinador de Aralar quien pasaría al Grupo Mixto, al quedar solo, aunque tampoco es descartable que Ezenarro, Basabe y Erostarbe se decanten por esta misma opción.