El PP obtiene las dos terceras partes de sus votos en las 29 grandes ciudades
El PSOE recupera la hegemonía en las ciudades medias y reduce diferencias en las grandes
En los 10 meses transcurridos desde su primera victoria electoral en Andalucía, en las municipales de mayo de 2011, el PP vivió la ilusión de alcanzar el Gobierno autonómico de la única comunidad que aun no ha cambiado de color político. Su arrolladora victoria en las generales de noviembre la alimentó, pero llegado el momento del asalto definitivo, el PP ha obtenido una victoria pírrica, insuficiente para formar Gobierno por si solo. Las resistencias están donde siempre, en la Andalucía interior.
La hegemonía incontestable en las áreas urbanas del litoral le sigue siendo insuficiente para optar a la mayoría absoluta en el Parlamento autonómico, y en esta ocasión además se ha encontrado con unos altos índices de abstención, que seguramente le han perjudicado. Hay un dato que lo ejemplifica: El PP ha obtenido en las autonómicas 36.963 votos menos que en las municipales, pero ha cosechado en los 29 grandes municipios 178.252 papeletas más que entonces. La explicación de por qué en mayo ganó por casi siete puntos de diferencia y ahora sólo por uno no está en las grandes ciudades, y si pasa por ellas es por la recuperación del PSOE, que ha recortado la brecha desde mayo de 2010 casi a la mitad.
Aquel triunfo electoral en las municipales se produjo porque el PP, que desde mediados los 90 dominaba con solvencia el voto urbano, consiguió romper sus límites en las ciudades medias del interior, donde el PSOE tenía su principal granero. En mayo de 2010, los populares sumaron más votos que los socialistas en el conjunto de las 52 ciudades de entre 20.000 y 50.000 habitantes (241.439 sufragios en total), donde experimentó un crecimiento espectacular de un 35% respecto a las locales de 2007. Este reparto mejor proporcionado de los votos permitió al PP hacerse con el control de cinco diputaciones provinciales.
La situación se repitió en las generales de noviembre, pero en las autonómicas del domingo, el PP volvió a toparse con sus tabúes. Aun arañó casi 7.000 votos más en estos 52 municipios (248.408 en total), pero nuevamente se vio superado por el PSOE, que ha recuperado la hegemonía en estos ámbitos al obtener 263.361 votos, casi 32.000 más que los que cosechó en las municipales. El PSOE ha sido el partido más votado en 27 de estas 52 ciudades, y el PP en las otras 25.
El PP mantiene sus apoyos fuertemente concentrados en las principales áreas urbanas, y particularmente el litoral. Cada vez más. Solo las 29 ciudades de más de 50.000 habitantes le aportan más de las dos terceras partes de sus votos (1.051.169, el 67% del total).
El PP incrementa sus porcentajes en el litoral, pero se estanca en el interior
La proporción es muy superior a la producida en las elecciones municipales de hace 10 meses, en las que ya pareció tocar techo al conseguir el triunfo por mayoría absoluta en 11 de las 12 ciudades de más de 100.000 habitantes y una victoria nítida en 12 de los 17 municipios de entre 50.000 y 100.000 residentes. Pero entonces la concentración del voto en las grandes ciudades fue del 54%, 13 puntos menos que en las autonómicas del domingo.
El PP tiene un 15% de sus votos en las ciudades medias, y un 17% en las de menos de 20.000 habitantes.
El PSOE en cambio tiene sus apoyos repartidos de forma más homogénea en el territorio. El voto urbano sigue siendo un gran lastre para los socialistas, y de manera singularizada en el litoral —en los principales municipios de la Costa del Sol y de Almería, el PP dobla al PSOE en porcentaje de voto—.
Con todo, en la comparación con las municipales de hace 10 meses, el PSOE ha experimentado significativos avances. En las 29 ciudades de más de 50.000 habitantes sumó el domingo 872.108 papeletas, 385.000 más que entonces, y la brecha con el PP, ahora de 179.000 votos, se ha reducido a la mitad.
El 25% del electorado socialista reside en poblaciones de menos de 20.000 habitantes
Pero la cantidad es todavía inferior a la conseguida en las autonómicas de hace cuatro años, cuando sumó 931.765 votos, apenas 20.000 menos que los que entonces consiguió en PP en estos ámbitos. Entre las grandes ciudades, el PSOE sólo ha estado por delante del PP en Sanlúcar de Barrameda y en sus incontestables feudos sevillanos de Alcalá de Guadaira, Dos Hermanas y Utrera.
Si en las locales, el voto urbano apenas aportó el 37% de los apoyos socialistas en Andalucía, ahora la proporción ya es del 57%. En las ciudades medias localiza el 17,2% de sus votos, mientras que una cuarta parte la obtiene en los municipios de menos de 20.000 residentes.
