Gerenabarrena se despide del ABB con duras críticas al proceso interno

Iñaki Gerenabarrena se sabe ya derrotado en el proceso de renovación interna del Araba Buru Batzar (ABB), cuya presidencia cederá mañana, en la asamblea territorial, a Xabier Agirre. Horas antes, Gerenabarrena realizará esta mañana, en Vitoria, un repaso crítico a la larga carrera electoral seguida entre los jeltzales alaveses, convencido de que se ha asistido a fuerte”inadmisibles” tensiones entre las dos sensibilidades. De hecho, el todavía presidente del ABB dispone para su despedida ante los medios de un recurrente dossier de prensa que avalará, según sus más próximos, su análisis.

El denominado sector oficial ha perdido en el proceso concluido anoche ante Xabier Agirre, cuya victoria, de paso, ha dejado satisfecho al EBB aunque no existirá pronunciamiento alguno en este sentido. Precisamente esta identificación entre la cúpula del PNV y la lista de Agirre es interpretada por el entorno de Gerenabarrena como “determinante” para la suerte de este proceso interno donde se han sucedido demasiadas confrontaciones que “han dejado heridas”, admiten en el partido. “Ha habido de todo”, reconocía anoche esta misma fuente, consciente de que se necesitará “tiempo” para un acercamiento entre los dos sectores. “Son las cosas que tienen estos procesos electorales que en el PNV se viven tan intensamente”, zanjó.

Con todo, era de dominio público en la vida interna de los batzokis alaveses que a raíz de la pérdida progresiva de poder en el territorio y del estallido de los casos De Miguel y Tellería, la suerte de la actual ejecutiva del ABB estaba echada porque desde el EBB se entendía la necesidad de un giro en la gestión y cuya concreción en el tiempo quedaba pendiente únicamente de que cobrara peso una candidatura alternativa para la que se barajaron más de un nombre y que finalmente aceptó Agirre cuando comprobó que disponía de un porcentaje de apoyos suficiente para ganar el pulso.

Gerenabarrena interpretará este proceso con acento crítico, convencido, según su entorno, de que “no se han cumplido” las sucesivas llamadas internas a evitar “las malas artes”. Desde el otro bando, sin embargo, siempre se ha procurado rebajar la tensión con llamadas incluso que pedían no alardear de las victorias que iban consiguiendo en las asambleas locales para no agudizar así la confrontación.